Lanzan un mensaje de "tolerancia cero" ante las agresiones a los facultativos, piden que haya un apoyo por parte de la Administración, así como que los ciudadanos se conciencien y que sepan que el médico siempre busca ayudar al paciente.

El mensaje lo lanzó ayer Antonio Aguado, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Huelva. El doctor aseguró que los casos de agresiones a médicos fueron 13 el pasado año (nueve sufridas por hombres y cuatro por mujeres). Tres de ellas fueron físicas y diez consistieron en amenazas, frente a la cifra de tres agresiones contabilizadas en total por el colegio en 2015. Uno de estos episodios violentos tuvo lugar en la sanidad privada.

Según las cifras aportadas por el colectivo, la mayoría de las agresiones se produjeron en urgencias y en atención primaria. Las discrepancias con los médicos, la tardanza por ser atendidos, el no recetar lo esperado o el hecho de no otorgar una baja laboral, así como la masificación, estuvieron detrás de estos episodios, según señaló Aguado.

El colectivo, tal y como explicó la secretaria del colegio, María Dolores Quirce, pide que se incrementen las medidas de seguridad en los centros, tanto en los públicos como en los privados.

Así, señaló que no sirve de nada contar con botones antipánico si luego no hay vigilancia alguna o ésta es insuficiente, al tiempo que explicó que el miedo de algunos profesionales que han sido víctimas de agresión llega a tal punto que en algunas localidades han solicitado un cambio de centro por temor a seguir trabajando en él y encontrarse de nuevo con el agresor, que en algunos casos forma parte del entorno familiar del paciente.