Científicos cuestionan el proceso de restauración de los fosfoyesos
Jornadas - salud, fosfoyesos y contaminación
Investigadores de la UHU proponen tratar las aguas ácidas de las balsas para evitar la contaminación del estuario. Consideran inviable económicamente quitarlos de la marisma.



Los procesos de restauración en las balsas de fosfoyesos apiladas en la marisma de Mendaña para eliminar la contaminación por metales pesados y metaloides al entorno del estuario de la ría no son eficaces. Al menos, en dos de las zonas. Así lo expusieron ayer investigadores de la Universidad de Huelva (UHU) durante las jornadas Salud, Fosfoyesos y Contaminación: Retos Ambientales y Epidemiológicos de Huelva en el Siglo XXI, organizadas por la plataforma Recupera tu Ría, con la colaboración de la Onubense.
Según, Rafael Pérez, miembro del Departamento de Geología de la Universidad de Huelva, las directrices generales de restauración, que ya se han aplicado en la zona 1 y 4 de los fosfoyesos, que consisten en eliminar el agua de proceso que hay embalsada sobre la balsa y colocar una cubierta vegetal sobre la misma, no funcionan, al menos en la zona aplicada, que ya se considera restaurada, y sigue aportando contaminación al estuario de la ría. "Si se aplican estas mismas actuaciones sobre las otras zonas no va a funcionar y no estarán restauradas en un futuro", explicó Pérez.
De las cuatro zonas de la balsa quedan por restaurar la 2 y la 3. Sin embargo, la 1 y la 4 siguen siendo una fuente de contaminación. El problema radica, en su opinión, en que se presupone un modelo de meteorización, que consiste en la infiltración del agua de proceso que hay en la parte superior de la balsa, altamente contaminante, hacia el agua subterránea que posteriormente sale por los bordes.
La lixiviación de contaminantes no se produce por infiltración, sino que lo que hay es un ascenso de agua mareal desde la zona profunda de la balsa y es esa la que produce la contaminación; por ello, aunque se quite el agua de proceso y se tape la balsa no se va a evitar que siga habiéndola, apuntó.
La solución viable pasaría, además de por quitar el agua del proceso y cubrir la balsa, por instalar sistemas de tratamiento en las salidas de borde de forma que se pueda tratar ahí el lixiviado antes de que se descargue al estuario.
Pérez entiende que si la propuesta realizada por Fertiberia no plantea esto último, no será efectiva. Por otro lado, aseguró que la posibilidad de quitar los fosfoyesos de la zona, como plantean colectivos ciudadanos y ecologistas, es "inviable económicamente", por el alto coste y además está el problema de dónde trasladarlos.
El investigador insistió en que el problema está en el origen, y en que ese residuo no cumple la normativa europea y debería de haber sido depositado en un vertedero de residuos peligrosos, pero ya están apilados en la marisma, por lo que ahora lo que hay que buscar es minimizar el impacto de la balsa sobre la ría del Tinto y el Odiel.
Pérez detalló que las balsas contienen unas sesenta salidas de borde o puntos de filtraciones, que vierten 378.000 metros cúbicos de aguas ácidas y componentes contaminantes al año. Según los estudios realizados, los fosfoyesos aportan a las rías del Tinto y el Odiel el 18% del arsénico que registran y en 14% del cadmio, unos límites que superan los establecidos por la ley. Si bien, el catedrático Jesús Damián de la Rosa, que interviene hoy en las jornadas, apuntó el día de la presención de las sesiones que el nivel de arsénico en el aire en Huelva descendió un 50% el año pasado.
De ahí, la necesidad de eliminar el agua de proceso de los embalses y canalizarla hacia un sistema de tratamiento para la eliminación de los contaminantes. Un vez depurada, el agua podría verterse al estuario. Los fosfoyesos se cubrirían con capas de suelos naturales. A tenor los datos facilitados, unos 18 millones de toneladas de fosfoyesos han ido a parar la estuario, además del vertido que se produjo con el accidente que se registró hace un tiempo en la zona 4.
La UHU ya ha puesto en práctica sistemas de tratamiento de aguas similares al propuesto para evitar las posibles salidas por los bordes de las balsas de aguas ácidas, antes de que se descargue a la ría.
José Miguel Nieto, profesor de Geología de la Universidad de Huelva, puso en valor el funcionamiento de estos sistemas, construidos por la Onubense con fondos europeos para recuperar la calidad del agua de la ría, en la que el grueso de los metales pesados procede de la actividad minera en los últimos 150 años y no de la actividad industrial o agrícola.
Nieto precisó que estos sistemas de tratamiento pasivo conllevan el depurado de agua contaminada en origen y se colocan en las inmediaciones del entorno minero, "ya que aguas más abajo el caudal es mucho mayor y ya no son viables".
Ejemplos son los que se han colocado uno en mina Esperanza, en Almonaster la Real, y en junio se va a colocar otro en mina Concepción, en la parte alta de la cabecera del río Odiel para recuperar de arriba a abajo.
Nieto afirmó que con esta técnica se podía limpiar la ría hasta el cien por cien y que el objetivo es "recuperar la calidad del agua en primera instancia del río Odiel, ya que el río Tinto tiene un problema en origen". De hecho, se está construyendo una presa en la parte baja del Odiel, que "se supone que va a ser agua de regadío y no tendría ningún sentido si no tiene calidad".
Sobre la actividad de las empresas mineras que han comenzado a trabajar recientemente en la provincia, apuntó que "éstas no solamente no pueden verter, sino que tienen que ocuparse del pasivo ambiental que dejaron las anteriores empresas".
El portavoz de Recupera tu Ría, Pedro Jiménez, subrayó la importancia de estas jornadas, en la que participan investigadores de Huelva, "para situar en el debate las posibles alternativas para solucionar los problemas de los fosfoyesos, de la salud y de la contaminación en general".
Ana María Sánchez de la Campa, investigadora de la UHU del departamento de Geología de la facultad de Ciencias Experimentales, presenta hoy una ponencia sobre la evolución de la calidad del aire en Huelva. Seguidamente lo hará Jesús Damián de la Rosa, catedrático de Petrología y Geoquímica del departamento de la Universidad de Huelva, cuya exposición versará sobre las tendencias sobre contaminación atmósférica en Andalucía y en Huelva. Las jornadas concluyen con una mesa coloquio de los integrantes de la plataforma Recupera tu Ría.
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