Huelva

Chema Riquelme crea una iniciativa para que los más pequeños dibujen durante el aislamiento por el coronavirus

  • En la página de Facebook 'Los monstruos del coro' trabajan, de forma altruista, una decena de profesionales que reinterpretan las obras de los niños

El estado de confinamiento a raíz de la propagación del coronavirus ha traído consigo la aparición de pequeños monstruitos por las redes. Lejos de presentar el característico aspecto asustadizo que acostumbran a tener, estos personajes esbozan sonrisas para hacer más llevadero el aislamiento de los más pequeños.

Estos seres nacen de la imaginación de los niños y niñas que, con sus lápices y rotuladores, plasman sus ideas sobre el papel. Con el objetivo de dotarles de repercusión y movimiento en las redes, estos dibujos son enviados a la página de Facebook Los monstruos del coro, en la que un equipo de profesionales -en su mayoría onubenses- los reinterpretan.

El impulsor de este proyecto es Chema Riquelme, conocido por tener una agencia de arte y publicidad que contempla, en su faceta más creativa, la fabricación de disfraces y atrezzo de más de 35 agrupaciones de carnaval de toda la geografía española. Apoyado en esa faceta creativa y motivado por el confinamiento, comenzó a dibujar junto a sus hijas Cinta y Laura, de 8 y 3 años respectivamente, al objeto de que "las pequeñas pudieran estar entretenidas". En este sentido, los dibujos de Cinta y Laura, posteriormente, eran reinterpretados por Riquelme, quien les proporcionaba color y sombra antes de publicarlos en Facebook. Estas publicaciones despertaron las críticas positivas de sus amigos y conocidos del mundo de las artes plásticas y, por consiguiente, de muchas otras personas que se veían seducidos por la destreza del artista onubense.

El revuelo causado desemboca en el envío de una veintena de dibujos realizados por otros niños, por lo que Chema Riquelme comienza a centrar sus esfuerzos “en hacer felices a los pequeños” con reinvenciones que derivan de sus creaciones. La iniciativa del dibujante comenzó a alimentarse de peticiones que se hacían imposibles de atender por la falta de tiempo. Sin embargo, los amigos de este onubense llegaron al rescate para prestar sus dotes artísticas a la entrañable actividad.

El equipo comenzó a sumar miembros y actualmente una decena de profesionales pusieron al servicio de Los monstruos del coro sus pinturas acuarelas, rotuladores y nuevas tecnologías empleadas para dibujar. En este sentido, cada uno de ellos tiene “rienda suelta” para imprimir su estilo personal a los dibujos y sacarlos adelante y, es tal el volumen de peticiones, que cada uno realiza tres creaciones diarias, si bien es reseñable apuntar que cada una de las obras “tarda muchas horas, incluso hasta uno o dos días”, destaca Riquelme. De este modo, el equipo se compone de Alberto Castrelo (El Puerto de Santa María, Cádiz), Magdalena Rosa (Tocina, Sevilla), Andrés Espuela (Huelva), Jessica Maceras (El Granado, Huelva), Olga “Sucubita” (Huelva), Rubén Rodríguez (Isla Cristina), Víctor Romero (Huelva) y Sandra Casado (Huelva).

Al objeto de dotar de organización y velocidad al gran volumen de dibujos enviados por los más pequeños desde los diferentes rincones del país, Antonino Gómez (Huelva) y Juan García (Sevilla) suman esfuerzos para el control de las redes y para el desarrollo de la página web, que verá la luz próximamente.

Dibujo realizado para 'Los monstruos del coro'. Dibujo realizado para 'Los monstruos del coro'.

Dibujo realizado para 'Los monstruos del coro'. / M.G. (Huelva)

De las iniciales ideas de monstruitos se han derivado otras “más positivas” como sanitarios, vacunas o transportistas de comida, por lo que “el abanico de temáticas que recibimos es cada vez más amplio”, relata el impulsor del proyecto. Una vez que se finaliza la obra, se pone en común en un grupo privado de Whatsapp integrado por todos los artistas, al tiempo que también se añade el dibujo original y otro en blanco y negro con la interpretación de los profesionales acompañada de una descripción del tipo de monstruo o, en su defecto, del elemento que se dibuje. Por último, cuando se cuelga en Facebook se añade el nombre del niño, la edad, la localidad y la denominación que le ha puesto a su creación. De este modo, tal y como sostiene Chema Riquelme “los niños están entretenidos y los padres pueden tener su cabeza en un tema que no sea la pandemia”.

Esta primera iniciativa quiere recorrer un sendero más largo y desde Los monstruos del coro ya trabajan en nuevas ideas. Una de ellas es la creación de libros coloreables para los más pequeños, cuya recaudación irá destinada a las asociaciones sociales en su lucha contra el coronavirus.

El carácter altruista que tiene por objetivo la realización de una obra social también contempla otras actividades como la creación de merchandising o la puesta en marcha de actuaciones que permitan aumentar la citada recaudación, por lo que Riquelme asegura que desde ya “estamos en contacto con grupos y personas” que quieren tender la mano a los pequeños monstruos para hacer más liviana la fase de aislamiento.

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