-¿Cómo van esos primeros días en su nuevo cargo?
-Para mí fue una sorpresa, no me esperaba ese nombramiento, pero me hace mucha ilusión. Llevo dos años compitiendo en veteranas (a partir de 35 años) y conozco muy bien a las jugadoras del circuito.
-Forma tándem con una granadina.
-Sí, María del Mar Piqueras es un gran apoyo. Desde el primer momento pensé en ella porque llevó a la selección granadina de veteranos los dos años que quedaron campeones de Andalucía.
-¿Cómo controlan a todas las jugadoras?
-A nivel de veteranas está el circuito andaluz, que son cuatro o cinco pruebas y todas lo jugamos. Más o menos nos conocemos todas, vemos la gran mayoría de partidos y sabes quién destaca y quién no.
-Seleccionadora e incluso jugadora.
-Sí, todavía estoy para jugar [risas]. Como quedé campeona de Andalucía de +35, tengo la opción de ir como jugadora. No creo que me incluya en el listado para entrar en pista porque hay un gran equipo.
-Si el equipo lo necesita, ¿entraría en pista?
-Si existe la opción de meter a las jóvenes que tenemos, que son muy buenas, siempre le viene bien la ayuda de una veterana como yo [risas].
-¿Es complicado compaginar el deporte a este nivel con su trabajo?
-Sí, claro. Cada una tenemos el nuestro, yo por ejemplo en un banco. Pero cuando hay algo que te gusta mucho, siempre encuentras un rato para jugar. Yo salgo a las siete y a las siete y media ya estoy metida en la pista.
-Nada mejor que una pachanga diaria.
-Al final, lo que más hacemos son pachangas. Nos juntamos y hacemos equipos entre veteranas y con chicos, que es lo que te da el salto de calidad, puesto que la bola corre más.
-¿Cuál es la base de la selección andaluza?
-Este año precisamente la que más aporta es Almería, con cinco jugadoras, Málaga dos o tres, Cádiz dos... Prácticamente aportan todas las provincias, a excepción este año de Jaén y Huelva. Hay mucho nivel en Andalucía.
-Andalucía tiene un gran nivel por lo que veo en el palmarés autonómico.
-Tiene que estar entre el cuarto y el quinto equipo de España. A Madrid y Barcelona es muy complicado ganarle, y luego estamos nosotras y Valencia.
-¿Qué objetivo se pone?
-Llegar a las finales en los Campeonatos de España. En 2016 fuimos cuartas y ya sólo superando eso, quedaría contenta.
-¿Es viable ganarlo?
-Creo que sí, en el deporte todo es posible. Al fin y al cabo son partidos, unas pueden tenerlo malo y otras perfecto. Son eliminatorias a cinco encuentros y puede ocurrir cualquier cosa. Es muy difícil, pero no lo veo imposible.
-Apasionante, estresante... ¿cómo define cerrar el viernes la oficina y estar todo el fin de semana compitiendo?
-Cuando sales a las tres corriendo y vas a por la maleta, es estresante. Pero ya en el coche, es excitante jugar, ver los partidos, examinar a las jugadoras...
-El pádel está viviendo un boom.
-Recuerdo que cuando empecé sobre 2008, había sólo dos clubes en Almería; para coger pista había que llamar un mes antes. Ahora, sin embargo, hay clubes cada 200 metros y están siempre llenos.
-¿Una moda pasajera o que pervivirá?
-Al principio pudo ser moda, pero ahora es un deporte arraigado. Es incluso un acto social, a la gente le gusta jugar y luego relacionarse con otros jugadores en los torneos. Hay un ambiente maravilloso.
-¿Es un deporte elitista?
-Al final, con cualquier pala puedes entrar en la pista y echar un rato con los amigos, que es en lo que consiste el deporte.
-Hay quien dice que en el pádel no se suda.
-Nosotras nos juntamos cuatro jugadoras de mucho nivel, hay puntos de 40 o 50 golpes sin problemas. ¡Eso de que no se suda...!
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