José Hermano Ribera | Presidente de la Federación Andaluza de Jóvenes Abogados (Fadeja)

“Desde la universidad ya ves que las películas de juicios mienten”

  • El nuevo presidente de los letrados jóvenes de Andalucía cree que la sociedad "tiene poca idea de cómo funciona" la Justicia: "Al final tenemos que ingeniarnos la defensa de los asuntos de formas muy variopintas"

  • "Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan los hechos, pero gracias a Dios no los juzgan"

José Hermano Ribera preside la Federación Andaluza de Jóvenes Abogados (Fadeja) desde junio.

José Hermano Ribera preside la Federación Andaluza de Jóvenes Abogados (Fadeja) desde junio. / M.G.

José Hermano Ribera (Sevilla, 1988), vicepresidente de la Asociación de Jóvenes Abogados (AJA) de Sevilla, tomó posesión como nuevo presidente de la Federación Andaluza de Jóvenes Abogados (Fadeja) el 23 de junio. Venía de ser vocal de la anterior directiva (en el último año coordinó la comisión de Eventos y Protocolos) y sucede al jiennense Juan Sebastián Morales Gámez, que comandó la organización desde 2021. Hasta 2026 trabajará al frente de una Comisión Ejecutiva junto a cinco hombres (Rafael Gil, Felipe José Romero, Francisco Gutiérrez, Juan José Peñafiel, Pablo Sánchez) y tres mujeres (Irene Campillos, Rosario Serrano y Jéssica Fernández).

–¿Desde cuándo y por qué quiso ser abogado?

–Salió natural una vez hice Derecho. Pensé siempre en ser historiador, pero luego me di cuenta de que lo mío eran las leyes. Siempre fui defensor de los débiles, quizás eso ayuda a la hora de hacerse abogado: luchar por las causas más difíciles. Y ejerzo desde los 26 años.

–¿Cuántos abogados y abogadas hay en Fadeja?

–Casi 3.000 abogados jóvenes en todas las agrupaciones de Andalucía, aunque por motivos burocráticos no todos los abogados jóvenes están dentro de las asociaciones.

–¿En qué edad está el límite para ser considerado joven en Fadeja?

–Depende de cada Agrupación. Por ejemplo, en Sevila son 40 años o los primeros cinco de colegiación.

–¿Cuáles son sus objetivos para este mandato? O preguntado de otro modo, ¿qué hará la Federación en este trienio que no se hiciera en el anterior?

–Cada mandato tiene unos retos y problemas concretos. En nuestro mandato, mi Comisión Ejecutiva y yo queremos solucionar los problemas que han surgido ya y sobre todo que vayan surgiendo a lo largo de estos tres años. La realidad es que cada uno de mis predecesores tuvo que lidiar con cuestiones distintas a las que se nos plantean ahora.

–El 12 de agosto es el Día Internacional de la Juventud. Al hilo de esta efeméride, ¿qué ventajas e inconvenientes tiene ser un abogado joven?

–Ventajas, la ilusión y las ganas de hacer un mundo mejor. Inconvenientes, muchos. En ocasiones, sentir menos respeto por parte de otros compañeros y operadores jurídicos. Esto es por falta de empatía, que lamentablemente está arraigada en la sociedad. Y sobre todo merece especial mención el tema económico y la falta de una posición de solvencia para vivir bien, sobre todo en los abogados por cuenta propia, que somos la gran mayoría de los que estamos en las agrupaciones de abogados jóvenes en Andalucía y en España. Juventud se asocia a precariedad y eso no puede ser.

–¿En qué momento de la carrera profesional (o universitaria) comprobó que un juicio no tiene nada que ver con lo que enseñan las películas?

–Desde la universidad ya ves que las películas mienten. La sociedad española en general tiene poca idea de cómo funcionan realmente los operadores jurídicos. Hay muy poca tradición en España de usar los servicios de los abogados con carácter preventivo. Al final, cuando nos hacemos cargo del asunto, normalmente es tarde y tenemos que ingeniarnos la defensa de los asuntos de formas muy variopintas.

"Las Fuerzas de Seguridad del Estado hacen una labor encomiable e investigan los hechos, pero gracias a Dios no los juzgan"

–¿La presunción de inocencia es un buen principio en la teoría y una falacia en la práctica?

–No. Considero que los operadores que intervenimos en el proceso penal llevamos a rajatabla el principio de presunción de inocencia, inseparable del de tutela judicial efectiva del artículo 24. Por tanto, en la práctica jurídica existe y se defiende la presunción de inocencia. Distinto es el hecho de que se produzcan juicios mediáticos. Esos juicios menoscaban la presunción de inocencia de cara a la sociedad, pero me niego a pensar que los operadores jurídicos se vean influidos por ellos a la hora de aplicar la Ley.

–¿Ha defendido a alguien que le reconociese que era culpable y después se declarase inocente?

–Llevo poco penal, pero he de decir dos cosas. En primer lugar, eso forma parte de los derechos de los que hablamos antes. Y en segundo, las únicas declaraciones válidas para la condena lo son en sede judicial. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realizan una labor encomiable y ellos son quienes investigan los hechos, pero gracias a Dios no los juzgan.

–¿Todos los problemas que últimamente denuncian los profesionales de la Abogacía afectan más, menos o en la misma medida a los letrados jóvenes?

–Sí, totalmente. Los problemas de la profesión son problemas comunes a todos los que la ejercemos, aunque puedan tener mayor o menor relevancia dependiendo de la edad de quien lo sufre.

–¿Cuál es el problema más grave o más urgente que hay que arreglar en el sector: el turno de oficio, la modernización de la Justicia, el respeto de otros profesionales del sector (letrados de la Administración de Justicia, jueces, fiscales...)?

–El principal problema es la falta de medios económicos. Modernizar la Justicia sólo sirve si se reducen los plazos en todos los órdenes jurisdiccionales. Para el tráfico jurídico es fundamental que se lleve a cabo una serie de reformas que agilicen y optimicen los procesos burocráticos. Pero no sólo en cuanto a los tribunales, también en cuanto al resto de las administraciones públicas: Hacienda, Seguridad Social... Y no sólo en la Administración estatal, también en las autonómicas.

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