Ana Sánchez Álvarez | Directora de la revista 'Alhóndiga'

“En la Abadía del Sacromonte estuvo la primera universidad privada de España”

Ana Sánchez.

Ana Sánchez. / DS

Ana Sánchez comenzó su carrera periodística como locutora en Radio Salobreña. Luego trabajó en Onda Cero y también como presentadora de los informativos de la Televisión Tropical de Almuñécar. En 2001 regresó a Radio Salobreña al departamento comercial, puesto que tuvo que abandonar al sufrir acoso laboral. Fue entonces cuando decidió crear la revista Alhóndiga, que se edita en papel y que sobrevive muy bien entre la sociedad granadina a pesar de la gran competencia digital. El último número está dedicado a la Abadía del Sacromonte y al arzobispo Pedro de Castro, que la construyó hace 400 años.

–¿Qué hace una revista local y de papel como Alhóndiga en los tiempos de las nuevas tecnologías?

–Cada dos meses hacemos un ejercicio de romanticismo y de nostalgia. En un tiempo en que el papel poco importa a las generaciones jóvenes, nosotros estamos empeñados en mantener viva una tradición en revistas que aportaron mucho a la cultura de Granada.

–¿Desde cuándo existe Alhóndiga y hasta dónde piensa llegar?

–Empezamos en marzo de 2017, al principio con una periodicidad mensual, pero la realidad nos hizo espaciarla hasta hacerla bimestral. Ahora vamos más holgados en los ritmos de redacción, maquetación e impresión. También en la aportación de publicidad. Alhóndiga llegará hasta que los asiduos lectores quieran. Doy gracias a que tenemos un núcleo amplio de suscriptores y fieles que mantienen muy estables nuestras ventas. Por lo pronto, tenemos medio planificados números hasta dentro de año y medio.

–Me imagino que tiene que realizar un gran esfuerzo para sacar adelante cada número.

–Piense que la redacción, fotografía, búsqueda de publicidad, maquetación e impresión depende de un número muy reducido de personas. Además, hay implicada gente que lo hace por amor al arte, nadie de la parte redacción ni preimpresión cobra nada. Por estas páginas han pasado ya más de 300 autores que han aportado sus artículos y reportajes de manera totalmente desinteresada.

–¿Y cómo se mantiene?

–La mantenemos gracias al compromiso de un reducido número de anunciantes que se mantienen fieles desde el principio. Es una publicidad escasa, ya me gustaría que también hubiese algún tipo de patrocinio o colaboración institucional. Aquí, exceptuando a la Universidad de Granada y a alguna empresa pública, es el comercio y la industria privada la que nos mantiene. Y, por supuesto, le debemos su continuidad al enorme número de fieles lectores que la compran e incluso coleccionan.

–¿Qué temas toca y quienes son los que escriben?

–Alhóndiga es una revista cultural y de Granada capital. Damos a conocer temas históricos, artísticos, biografías, curiosidades, etc. Algunos de nuestros colaboradores tienen la habilidad de reducir a artículo interesante, lo importante de sus libros o tesis doctorales. Es una forma de acercarnos a nuestra historia y a nuestros personajes con un catalejo distinto.

–El último número se lo ha dedicado a la Abadía del Sacromonte y Pedro de Castro, el arzobispo que la mando construir. ¿Con qué motivo?

–Sí. Lo hemos hecho porque este mes de enero se conmemora el 400 Aniversario de su entierro en la Abadía y el colegio que él fundó. Más de 30 obispos salieron de aquí, así como dos docenas de presidentes de los gobiernos de España e Hispanoamérica. Infinidad de juristas y estadistas se formaron en esta facultad de Derecho y Cánones. El Sacromonte fue la primera universidad privada de España.

–¿Quién fue Pedro de Castro?

– Fue un jurista y religioso de primer nivel en los siglos XVI y XVII. Presidió las dos reales Chancillerías de entonces, las de Valladolid y Granada. La segunda parte de su larga vida, 89 años, la dedicó a ser arzobispo de Granada y Sevilla, entre 1589 y 1623. En su etapa granadina, los moriscos marginados del Reino veían que tenían poco futuro. Por eso maquinaron apariciones de un pergamino, huesos de San Esteban, manto de la Virgen María y después más de 250 planchas en plomo, en distinto formato, pero sobre todo discos redondos, los llamados libros plúmbeos.

–¿Qué son en realidad los libros plúmbeos?

–Discos y planchas de plomo escritos en una especie de grafía bética que hacen referencia a supuestos martirios de obispos cristianos en este lugar, en tiempos de Nerón. Era un ingenioso mecanismo para enlazar el cristianismo antiguo con el del siglo XVI. Según sus autores, los moriscos, ellos fueron descendientes de los primeros cristianos de Palestina. Con ellos, los moriscos pretendían evitar la expulsión y ser incorporados a la sociedad castellana en igualdad a los cristianos viejos.

–¿Se guardan en la abadía?

–Sí. Estuvieron en estudio en Roma a partir de 1642. Hasta que, casi un siglo más tarde, fueron declarados falsos. Allí quedaron olvidados hasta el año 2000 en que el arzobispo Antonio Cañizares consiguió recuperarlos tras decenas de papas negando su traslado. Hoy forman parte del museo de la Abadía, donde son uno de sus principales atractivos para el turismo que cada día se está incrementando.

–Por cierto, hace poco fue restaurada gran parte de la abadía, ¿no?

–La Abadía del Sacromonte echó el cierre como colegio hace ahora medio siglo. Se deterioró mucho. Ahora se han recuperado las partes más importantes y visitables del claustro, el colegio antiguo, la zona de recepción y más de dos mil metros cuadrados de fachadas. Está magnífica.

–¿A quién dedicará Alhóndiga el siguiente número?

–A las mujeres. Saldrá para marzo, unos días antes del Día Internacional de la Mujer.

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