La playa sanluqueña de Bajo de Guía comenzó ayer a vivir su fiesta rociera anual con motivo del paso de las hermandades de la provincia por este enclave del litoral gaditano para cruzar el Guadalquivir y hacer el camino hacia la aldea almonteña por Doñana.

En la jornada de ayer, la primera de las dos programadas, embarcaron hacia la orilla onubense del gran río andaluz las hermandades de La Línea, Chiclana, San Fernando, Arcos, Rota, Puerto Real y Cádiz, por este orden. Sanlúcar recibió a los primeros peregrinos el lunes por la tarde, día festivo de resaca en la ciudad tras la celebración de la Feria de la Manzanilla. Y es que, tal y como estaba previsto, los romeros de La Línea, Chiclana y San Fernando acamparon en Las Piletas para retomar su camino ayer e iniciar así el tránsito de los rocieros gaditanos por Bajo de Guía. Precisamente, el recinto ferial que ya deja de serlo en el paseo de La Calzada y su entorno forma parte del recorrido fijado por la ciudad la manzanilla para conducir a las hermandades hasta la conocida playa de las barcazas.

Si bien ayer embarcó la mayoría de las hermandades de Cádiz que tienen programado su paso por Sanlúcar, en concreto siete de once, hoy miércoles será la jornada grande de este singular acontecimiento festivo de la costa de la provincia, dado que reunirá a un número mucho mayor de devotos de la Blanca Paloma. Es el día reservado para las hermandades de Sanlúcar, Chipiona, El Puerto y Jerez, que saludarán a Bajo de Guía por este orden desde primera hora de la mañana. Sólo la hermandad anfitriona necesitará alrededor de siete horas para pasar de una orilla a otra del Guadalquivir: desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde.

Con todo, el primer día de embarque suele suscitar una especial expectación que logra concentrar a bastante público en el barrio turístico de Bajo de Guía y la playa que lo baña. El acceso del pantalán se convierte año tras año en un lugar privilegiado para comprobar la marcha de los trabajos de las barcazas de los hermanos Anillo y la Armada Española. Caballistas, carretas y vehículos tienen su paso obligado en este punto del litoral sanluqueño, permitiendo a los curiosos y turistas más o menos despistados tomar alguna que otra instantánea de tanto trasiego rociero.

Dadas las fechas en las que se desarrolla este vistoso evento, la verdad es que el calor se convierte habitualmente en un elemento molesto e incluso perjudicial para los espectadores y, por supuesto, para los rocieros. Sin embargo, quienes se reunieron ayer en Bajo de Guía no tuvieron que soportar temperaturas tan elevadas. Por el contrario, las predicciones meteorológicas para la jornada de hoy no son tan halagüeñas en ese aspecto, de manera que, previsiblemente, unos y otros no correrán la misma suerte.

La costumbre de este acontecimiento indica que la hermandad que llega a la zona de embarque realiza, antes que nada, una visita religiosa a la Capilla de Nuestra Señora del Carmen de Bajo de Guía. La hermandad que la tiene como sagrada titular da la bienvenida a los romeros con el repique de campanas, una pancarta que cuelga en la fachada del pequeño templo y muchos ánimos y flores. Los rocieros, por su parte, rezan ante la Patrona de los Marineros por un buen camino.

Son dos días largos; muchas las horas de embarque, aunque no todas igual de intensas. El público se entretiene con el paso de los rocieros, pero también charlando del tiempo, las incidencias más o menos relevantes que se van produciendo y el fuerte dispositivo de seguridad que "toma" en estos días la playa sanluqueña y sus alrededores. Otro asunto estrella es la susodicha crisis y sus efectos sobre los romeros que llevan incluso años sin poder hacer el camino. Las cifras relativas al propio embarque en Sanlúcar así lo ponen de manifiesto desde el año 2009. Sin embargo, en esta romería, en contra de lo que cabría suponer, no todas las hermandades llevan menos peregrinos que en 2011. Así, de las siete de ayer, sólo tres registraron menos romeros y la suma total de la jornada fue superior a la del año pasado. Faltan todavía los datos de hoy, que serán más determinantes por referirse a las hermandades rocieras más numerosas de la provincia.

En el aspecto más estrictamente organizativo, a mitad de la jornada se registró algún retraso en el paso de las hermandades que fue resolviéndose sin mayor problema conforme iba avanzando la tarde. La jornada estuvo marcada por la fluidez en el tránsito de los romeros, la normalidad en el trabajo de los distintos dispositivos del Plan Romero establecidos en la zona y la tranquilidad en el desarrollo general del embarque, una cita que sí que tendrá hoy una actividad más intensa. De hecho, el programa de las hermandades rocieras que esperan su turno es más apretado.

El Ayuntamiento de Sanlúcar celebró ayer que, un año más, la ciudad empezaba a ser "una de las protagonistas de la tradicional romería de El Rocío, ya que el embarque de los romeros se convierte en el primero de los grandes acontecimientos para todas las hermandades de la provincia en su camino a la aldea". Basándose en los datos del Plan Romero de Cádiz ya adelantados por la Junta de Andalucía días atrás, el Consistorio sanluqueño, que "participa de manera muy activa tanto en el dispositivo de seguridad como aportando infraestructuras", destacó que "alrededor de 9.700 romeros, cerca de 900 caballos y casi un millar de vehículos cruzarán hasta el próximo sábado el Guadalquivir desde la playa de Bajo de Guía hasta Doñana".

Efectivamente, aunque los días establecidos para el embarque de las once hermandades gaditanas son el martes y el miércoles, lo cierto es que en las demás jornadas previas a la multitudinaria procesión de la Virgen del Rocío en la aldea almonteña Bajo de Guía continúa siendo un lugar de paso para otros peregrinos de éstas u otras poblaciones que toman las barcazas para incorporarse a la romería por su cuenta.