Fútbol | Tercera RFEF

Un gigante para remontar el vuelo

  • El Cartaya se desplaza a Jerez para jugar ante el Xerez de Fajardo, candidato al ascenso

Miguelito se dispone a golpear el cuero en un partido de pretemporada.

Miguelito se dispone a golpear el cuero en un partido de pretemporada. / Clara Carrasco (Cartaya (Huelva))

La vida tiene estos vaivenes. El mundo es redondo y además da vueltas, lo mismo estás arriba que abajo. Aplicado al fútbol la cuestión se multiplica porque entra el componente de la fortuna porque se trata de un juego y ahí es donde hay que tener la cabeza en su sitio. Para bien y para mal, la cuestión radica en el equilibrio, en que no te vayas a las nubes porque ganes y no te sumerjas en el infierno porque pierdas.

El Cartaya se llevó un terrible disgusto con la derrota ante el Antoniano porque partía como favorito y se estrelló, además, ante un rival que ganó con muy poco, lo que provocó más disgusto y cabreo aún. Pero así es esta Liga, de colores y oscuridades de un momento para otro, porque cualquiera hace un reloj y encima da bien la hora.

Así que ha tocado una semana de recomposición, de volver a conectar los circuitos que se fundieron. Por ello se espera un Cartaya nuevo, porque si algo tiene el fútbol es que te concede la oportunidad de resarcirte. Por lo tanto se espera la versión foránea, porque lo que casa se está convirtiendo en un problema que viene de largo. Igual el Cartaya se tiene que sentar en el diván del psicólogo.

Comparece en Jerez para medir altura con un rival que se cuelga, sin reserva, el cartel de claro favorito al ascenso. La presión en la ciudad jerezana es brutal y no se admiten disculpas, por lo que se espera dientes largos y afilados en un equipo que viene de empatar en el valle de los Pedroches, ante un Pozoblanco que le igualó en el último suspiro del partido.

Al Xerez lo dirige un viejo conocido de la afición onubense, Emilio Fajardo, que ya defendió los colores del Cartaya cuando jugaba y que estuvo a punto de entrenarlo hace unos años. El técnico se ha hecho con un importante currículum es la categoría y por ahí empieza a presentarse los locales, porque seguidos al entrenador, tienen una plantilla muy completa y aspirante a todo.

Eso va a tener en frente el Cartaya, palabras mayores, por lo que para sacar rédito tendrá que alinearse con su mejor versión de siempre. En partidos así, cuando tu rival se coloca en la máxima exigencia porque no puede fallar, entra en juego el paso del tiempo. Si el Cartaya se mantiene firme y flamenco en el partido, si no sufre heridas, entonces el tramo final del choque se puede inclinar a su favor.

Cabe la duda sobre el once que puede presentar el entrenador tras el gatillazo del otro día. Convendrán conmigo que solo tiene dos opciones. O seguir apostando por el mismo once o cambiar cosas que no salieron el otro día. Si apuesta por lo primero manda un mensaje de continuidad y de confianza al once tipo. Si cambia, al margen de cambiar, mandaría un recado a los sustituidos. Un dilema, el dilema que provoca en la cabeza de los entrenadores las posibles soluciones a una mala tarde.

En todo caso hay alguna posición que chirría por inadaptación y la otra cuestión es que el Cartaya sigue esperando a Miguelito, suplente en las dos primeras jornadas. Además, hay que conectar de nuevo a Wocjik, porque con el polaco conectado el Cartaya es más equipo y más efectivo y ahí estará una de las claves para poder profanar la Juventud.

Puestos a jugar a las adivinanzas, es posible que el once rojinegro esté formado por Adrián, Manuel, Novoa, Joao Lobo, Franci Ruiz, Cerpa, Mario o Asuero, José Díaz, Lolo, Miguel Fernández o Tavira y Wocjik.

Ganar sería dar un respingo de máxima importancia y provocaría recuperar el paso perdido. Con respecto a la posibilidad de perder, no diremos nada para no mentar a la bicha. 

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