Recreativo

El Recre fue un desastre

  • El gol de Eliseu, a los 40 segundos del partido, marcó el desarrollo de un partido en el que los albiazules no existieron - Tres buenas intervenciones de Riesgo evitaron más goles

Desastroso. Sin paliativos. El Recre se empezó a desangrar a los 40 segundos de partido cuando el Málaga le abrió una herida de curación imposible. Un gol de Eliseu con mucha gente aún por sentarse en la grada fue un fuerte mazazo para un equipo que, ahora sí, se mete en puestos de descenso.

El partido duró esos 40 segundos. Con el Recre cogido con alfileres por los múltiples ausencias que tenía, al primer contratiempo se vino abajo como un castillo de naipes. La apuesta de Zambrano de cambiar el dibujo habitual, con Javi Guerrero en el centro, más Adrián Colunga y Marco Ruben arriba no dio tiempo a asentarse. Porque a las primeras de cambio, un balón a la espalda de Iago Bouzón que se llevó Adrián, propició el remate de Eliseu a la red. Punto final.

Lo que vino a partir de ese momento fue una sucesión de despropósitos de los locales y el mejor partido de la Liga, y en mucho tiempo, del Málaga. El Recre no dio una a derechas. Huérfano de creación de juego -Javi Fuego no pudo nunca con esa misión y a Javi Guerrero le sobró campo-, basó todo su arsenal ofensivo en una guerra de guerrillas con diferentes protagonistas según la jugada. Una colada de Adrián Colunga, que quiso culminarla con un disparo fallido en vez de pasarla a Javi Guerrero, fue la única aparición de los albiazules en el área de Arnau en ese momento.

El Recre, poco a poco, fue desapareciendo del mapa, desangrándose con rapidez ante la mejor puesta en escena del cuadro rival, además de verse carcomido por los muchísimos nervios que, desde el 0-1, se adueñó de los jugadores albiazules.

Por contra, el Málaga, amo y señor de la situación, empezó a acumular ocasiones ante la cada vez más evidente desesperación local. Eliseu y Baha tuvieron en sus botas el 0-2 ó el 0-3, pero en ambas apareció la figura emergente de Asier Riesgo, que en el cómputo global del partido, pese a los cuatro goles encajados, fue el mejor de los locales.

Pero era imposible que el partido llegara al descanso con ese exiguo 0-1. Así, a la salida de un córner en una acción posterior a que Riesgo salvara de nuevo su marco, Baha de cabeza establecía el 0-2, con el que se sentenciaba el choque en el marcador, que no en el campo, porque ahí estaba decidido desde el segundo 40.

La bronca de los aficionados albiazules a sus jugadores al término del primer periodo fue importante. Por primera vez en lo que va de temporada el aficionado albiazul expresó su malestar de forma patente. Anotado quedaría, seguro.

Lo que pudieron hablar los jugadores del Recre en el descanso con su entrenador nunca se sabrá. Por lo menos no se pudo poner en práctica, porque a los tres minutos de la reanudación el Málaga hizo el tercer tanto. Fue, ahí es nada, una falta lateral a favor del Recre la que propició una contra del Málaga que acabó con tres jugadores malagueños delante de Riesgo. Desde que Eliseu se fue de Poli en el centro del campo se sabía que llegaba el tercero. El jugador malagueño se adentró en el área y esperó a que Duda se situara a su lado para superar a puerta vacía al vendido meta local. Curioso el detalle, nadie del Recre bajó a defender.

Lo que se vio de ahí al final fue una suma de despropósitos en el bando local. Primero Akalé, luego Ersen Martin y más tarde Barber, fueron entrando en el bando albiazul como antídoto a lo que era inevitable: la goleada.

Con todo a su favor, el Málaga se encontró incluso con un cuarto gol. Fue Morris el que frenó un avance de los costasoleños, pero no se entendió con César Arzo en el momento de despejar, dejando la pelota botando al borde del área a merced de Eliseu, quien de disparo potente anotó el cuarto gol.

El calvario del Recre fue superior desde ese momento porque todas sus intentonas fueron baldías, sus jugadores se movieron como pollos sin cabeza, a merced del ya condescendiente equipo malagueño, que en absoluto quiso que la herida local fuera aún mayor. Bajó el pistón, quitó el pie del acelerador y dejó que el Recre se estrellara de forma continuada y contumaz ante su inoperancia y sus carencias, demostradas en un par de balones que llegaron al área y que fueron rematados de mala manera por los locales.

Punto final al partido. No se sabe si a algo más. El Recre, muy mermado desde el inicio por las bajas, se vio superado casi desde el calentamiento por un Málaga que nunca jamás se encontrará un partido tan fácil como el de ayer. Lo mejor del Recre es que el próximo domingo no pierde.

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