La Asociación Nayeros entregó ayer en el Ayuntamiento de Nerva los 3.902,04 euros recaudados en el torneo de golf celebrado a mediado de febrero en el Club de Golf Bellavista de Aljaraque, a beneficio de los damnificados por la gran riada acontecida en la localidad minera el 19 de diciembre de 2019.

El presidente de la asociación, Ernesto Moreno fue la persona encargada de entregar el donativo al alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, quien adelantó que “esta partida, junto a otras similares, irá destinada a paliar, en la medida de lo posible, las pérdidas sufridas por las familias más afectadas que se encuentran en peor situación económica”.

Ayala también aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje de atención a todas aquellas administraciones públicas que ofrecieron su ayuda durante los días posteriores a la inundación y aún no las han materializado. “No solo seguimos esperando la ayuda prometida, sino la actuación que merece el barranco de Santa María para evitar caer en los mismos errores”, subraya.

Por su parte, el tesorero de la asociación, Roberto Romero, que recordó cómo surgió la iniciativa y los lazos de unión que mantienen los nayeros con Nerva, volvió a agradecer la participación de cuantos patrocinadores y colaboradores han hecho posible este donativo. “Esto no hubiera sido posible sin la ayuda desinteresada de las empresas y colectivos que se involucraron en su desarrollo”, destaca.

De todo el dinero recaudado hasta el momento en las cuentas solidarias (cerca de 150.000 euros), la Comisión de Gestión de Donativos a Damnificados llevó a cabo a mediado de enero un primer reparto de 22.045 euros de forma lineal. En estos momentos se está cerrando una segunda línea de ayuda en la que se repartirán entre los damnificados más de 90.000 euros. Y aún quedará por gestionar una tercera partida de alrededor de 36.000 euros para las familias más necesitadas.

En Nerva nadie recordaba una riada tan grande como la acontecida el 19 de diciembre, ni siquiera los más antiguos del lugar. El pueblo se dividió en dos mitades de norte a sur, separadas por metro y medio de agua, desde el barrio del Pozo Bebé hasta el recinto ferial, pasando por la zona comercial del centro. La cantidad de lluvia por metro cuadrado caída durante las 24 horas previas al suceso, sobre todo la madrugada de ese mismo día, ascendió a 94 litros. Se inundaron más de 80.000 metros cuadrados de superficie, el equivalente a ocho campos de fútbol. Resultaron afectadas decenas de viviendas y establecimientos comerciales, vehículos, numerosos edificios públicos, viales y espacios de ocio al aire libre. Los daños ocasionados fueron millonarios. Afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna víctima.