Igor Levit: sin miedo | Estreno en Filmin

Un pianista de su (nuestro) tiempo

Una imagen del documental sobre el pianista clásico Igor Levit.

Una imagen del documental sobre el pianista clásico Igor Levit.

El pianista alemán de origen ruso Igor Levit (Gorki, 1987), auténtica estrella mundial del instrumento en la esfera de la música clásica, se revela en este estupendo documental (disponible en Filmin) como un músico en pleno proceso de crisis, búsqueda y transformación, alguien que quiere dejar atrás los estigmas y estragos del niño prodigio que fue para encontrar un nuevo traje, más cómodo, ligero y cool, en el que encajar y encajarse en el mundo contemporáneo.

La cámara (y la presencia en off) de Regina Schilling lo sigue a lo largo de casi dos años en largas secuencias que van articulando el relato-retrato, desde la aparatosa mudanza (con piano de cola) a un nuevo apartamento hasta la visita a una tienda de moda donde probarse nueva ropa o la ronda de entrevistas promocionales en los cuarteles de Sony, pero sobre todo, y ahí reside gran parte del interés y la fascinación de este documental, en los momentos previos a la salida al escenario, momentos de tensión y ansiedad cada vez más controladas, en sus recitales y conciertos por medio mundo o en los largos procesos de grabación junto a su inseparable ingeniero de sonido Andreas Neubronner, donde podemos ver la amistad y la complicidad entre dos artistas preocupados hasta el más pequeño detalle por el sonido, el tempo o la cadencia de los preludios de Bach, los laberintos rítmicos de Stevenson o los silencios y suspensiones de una pieza de Feldman.

Levit se somete al escrutinio de la cámara en la intimidad y el trabajo con una mezcla de pudor, controlado narcisismo y sinceridad, no en vano, el pianista pertenece a esa nueva generación que se ha quitado la etiqueta para abrirse al universo de las redes sociales, el compromiso con causas cívicas o esos gestos pop que lo acercan a nuevos públicos y sensibilidades. No se escapan tampoco a la observación algunos temas delicados o incómodos como los orígenes rusos y judíos o esa etapa de la infancia marcada por el sobrepeso y un aspecto (que vemos en la única y reveladora secuencia de archivo de todo el filme) del que el pianista ha querido huir a toda costa en su presente.

Después de grabar la integral de las sonatas de Beethoven en un esfuerzo extenuante e iniciar una gira anual con más de 100 conciertos programados, Levit se muestra aquí en un punto de inflexión del que este documental paciente y acompañante, siempre a la distancia justa del personaje y respetuoso con la música, su desarrollo y sus procesos, es capaz de extraer tanta verdad como pasión, ya sea en las salas más prestigiosas o en su apartamento durante el confinamiento.