Andalucía

Junta, empresarios y ayuntamientos se sientan por primera vez para debatir sobre la tasa turística

  • El presidente de la Junta encomendó al consejero de Turismo en febrero que organizase este encuentro

  • Arturo Bernal y los empresarios están en contra; los ayuntamientos, divididos

Turistas paseando por una de las calles de Málaga

Turistas paseando por una de las calles de Málaga / Eduardo Parra/E.P.

Hay posturas enfrentadas y está por ver si irreconciliables. Aunque, al menos, este lunes se da un paso importante. Porque a las cinco de la tarde están citados en Málaga, en la sede de la empresa pública Turismo Andaluz, la Confederación de Empresarios de Andalucía, CEA; la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, FAMP; y el consejero de Turismo, Arturo Bernal, para debatir sobre la tasa turística.

Después de meses de polémicas y debate en el Parlamento, en los medios y en todos los foros públicos, se produce la reunión que el presidente de la Junta anunció en el mes de febrero para tratar de resolver un debate que va mucho más allá de el precio o no que tengan que pagar los turistas por venir a Andalucía. Porque la cuestión es que esta tasa enfrenta a los principales responsables institucionales dentro del PP. 

El consejero de Turismo argumenta que sería contraproducente para el sector turístico mientras que los alcaldes de las capitales andaluzas con más visitantes, (Málaga, Cádiz y Sevilla) se posicionan claramente a favor ya que son los que tienen que pagar los servicios públicos que utilizan las miles de personas que acuden cada año a estas ciudades. En medio del debate, la consejera de Economía "no vería mal" la implantación de esta tasa. Vamos, que no hay acuerdo ni en el seno del Ejecutivo autonómico.

El resultado de estas discrepancias suponen un problema político para Juanma Moreno que está en medio de las diferentes posturas. Y hay que tener en cuenta que los alcaldes del PP tienen mucho peso en el partido... y son los primeros que dan la cara ante los ciudadanos, muchos de ellos molestos y preocupados por el impacto de la turistificación.

La postura de la Consejería de Turismo

Cada una de las partes implicadas tiene sus argumentos. Desde la Consejería de Turismo aportan datos objetivos. El Instituto Nacional de Estadística, INE, ha elaborado un listado con las ciudades más saturadas de turismo y ninguna capital andaluza aparece entre las 20 primeras. Tarifa es la que, según el INE, tiene más presión y está situada en el puesto 22. A juicio del departamento que dirige Arturo Bernal, esto demuestra que hay más una percepción que una realidad tangible. Defienden también datos económicos.

Porque el Turismo es la principal industria de Andalucía, aporta el 13% del PIB y de él viven una de cada cuatro familias en la comunidad autónoma. Entienden que este "impuesto que no tasa puesto que no lleva ninguna contraprestación", sería negativo para el sector. Además, aseguran que hay 3,5 millones de andaluces que pasan sus vacaciones en Andalucía, "¿estos pagarían también la tasa turística?"

Los ayuntamientos

El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, FAMP, José María Bellido, también alcalde de Córdoba, tiene a su parroquia dividida y apuesta por conciliar los intereses de todos. Porque hay ayuntamientos turísticos que no tienen ningún interés, incluso rechazan la idea de poner una tasa turística, mientras que las grandes capitales lo tienen claro.

Bellido quiere evitar la confrontación y por eso defiende "seguir avanzando conjuntamente en cómo gestionar el turismo en las ciudades para que atajemos las consecuencias negativas que genera molestias, suciedad, para que tengamos la financiación asegurada a los ayuntamientos para poder atender todas esas necesidades".

Los empresarios

Para el sector empresarial, la implantación o no de la tasa turística es un debate capital. La prueba de ello es que el presidente de la CEA, Javier González de Lara, acudirá este lunes a la reunión convocada junto al presidente de la comisión de Turismo de la CEA, José Carlos Escribano. La postura de los empresarios pasa por analizar cómo afectaría este "impuesto" a una industria capital en Andalucía, ya que entienden que penalizaría a las personas que pernoctan en las ciudades andaluzas. "La industria de la felicidad supone también conservación del patrimonio histórico, mejora de las infraestructuras y cuidado del Medio Ambiente", aseguran desde la CEA.

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