‘Huelva choquera y tabernera’: la historia de los bares más emblemáticos y señeros de la ciudad en un libro

Las barras más emblemáticas y señeras de la ciudad cobran vida en la Huelva choquera y tabernera, el nuevo libro de la editorial Niebla en el que su autor, José Ramón Andikoetxea (Andi), recorre los bares de la ciudad que marcaron una época y que han sido fieles testigos del devenir del tiempo.

Andi, un onubense de adopción enamorado de Huelva y de su gente, publica ahora el segundo volumen de una obra que vio la luz hace poco más de dos años y que surge "de la inquietud por rescatar esa Huelva que va desapareciendo poquito a poco, por la piqueta, por el olvido y por el relevo generacional".

El escritor reside en la capital desde el año 1978, por lo que ha vivido toda la Huelva en la que hubo una transición desde el mundo de las tabernas al mundo de los primeros bares de marca. Esos bares que esconden "un significado potente para la población", pues reflejan cómo se siente la gente, cómo están inmersos en la vida cotidiana de los barrios, de la cultura, de las fiestas populares. "Lo que nos ofrece es un reflejo de lo que somos y de cómo disfrutamos compartiendo en ese espacio", explica.

Dice Andi que la filosofía de este libro es rescatar los testimonios de personas que han vivido muy de cerca el estar detrás de la barra, con todo lo que eso conlleva. "El observar desde esa atalaya cómo se desarrolla la vida de sus parroquianos". Unos espacios que se han ido moldeando y transformando con los años, abriendo paso también a las mujeres, tan relegadas el las primeras tabernas de ciudad.

Cientos de horas de conversaciones con taberneros de la ciudad

Un amplio trabajo de investigación realizado por el propio autor a través de sus minuciosas visitas a los propietarios de estos bares, con los que ha ido compartiendo "cientos de conversaciones", tanto con los que ya no están, como con aquellos que han hecho perdurar los negocios familiares.

Huelva choquera y tabernera también rescata la memoria de una ciudad que, por una parte "era muy luminosa, pero que vivía de espaldas a la Huelva oficial". Se trata de esa Huelva de la calle Gran Capitán y de la Avenida Alemania, cuyos testimonios reflejan, por un lado, la vida dura que provocaba que la gente a veces tuviera que estar allí en complicadas condiciones, y por otro lado también la fiesta continua que se vivía en esas calles. Una fiesta que venía de la pujanza portuaria y pesquera, reflejándose en los cabarets de los años 50 y en la gran vida nocturna desproporcionada para una ciudad tan pequeña".

El segundo volumen del libro, que se ha presentado este fin de semana en el Festival de la Asociación Huelva Rock, gira en torno a La Moni de Huelva y también sobre los lugares que ella frecuentaba en cuanto a tabernas. "Se ha convertido involuntariamente también en un homenaje a su figura, ya no solo por su generosidad inmensa, sino también por su arte y simpatía, que eran impresionantes y que tuve la suerte poder vivir de cerca", cuenta.

Hay personajes en el libro increíbles del mundo de la venta ambulante, de los toreros, del arte, del cante jondo, así como otros populares. "Allí, en una trastienda del bar El Uno, que estaba en la avenida Alemania, estaba el padre del Niño Miguel enseñándole a él desde muy pequeñito, y con una disciplina muy férrea y muy rígida. Paco Toronjo, la Lechuga, Esperanza... eran artistas que frecuentaban continuamente las tabernas en las noches".

Los bares más antiguos de Huelva aún abiertos al público

Algunos de los sitios más emblemáticos todavía abiertos al público en Huelva son, según el autor de la obra, Café Central, en el entorno del antiguo mercado del Carmen; Casa Gregorio, frente a la antigua cárcel; Paco Moreno, "que sigue deleitando con sus frituras y sus pescaditos"; Agmanir; el bar Zafra, llamado ahora En la esquinita te espero o Los Cuartelillos.

Huelva sigue conservando la esencia de sus antiguas tabernas

Es mucho lo que ha cambiado Huelva desde sus primeras tabernas, pero hay algo que se mantiene inalterable. El espíritu de convivencia, la conversación, "el que los parroquianos vayan a sus bares de siempre y les guste repetir, eso se sigue conservando", explica Andi.

Una esencia por la que, dice, se sigue apostando con nuevas propuestas de hostelería que han ido surgiendo en los últimos años. "Ese espíritu de convivencia que se daba en las antiguas tabernas se sigue persiguiendo en espacios de reciente creación como Berdigón 14, La Yerkería o La Grosera".