La Policía Nacional y la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense han colaborado en una importante operación conjunta que ha acabado con la aprehensión en la playa onubense de El Rompido, en Cartaya, de 240 kilos de cocaína procedente de Colombia. La Dirección General de la Policía precisó ayer que la droga se hallaba oculta en el interior del casco del bote auxiliar de una embarcación de recreo, concretamente de un catamarán, detallaron fuentes policiales.

La operación Embajador se ha saldado con tres registros y la detención de seis personas, cinco de ellos colombianos (cuatro apresados en nuestra provincia), y otro hombre madrileño, arrestado en la capital de España.

La información inicial partió de la DEA de los Estados Unidos, que fue quien puso en conocimiento del Cuerpo Nacional de Policía la existencia de una organización criminal que pretendía arribar a Europa por vía marítima grandes cantidades de cocaína.

La investigación se inició a principios de abril. Tras efectuar las primeras pesquisas, se comprobó que el grupo estaba liderado por un español residente habitual en Colombia (y casado con una colombiana), que se había trasladado recientemente a nuestro país presumiblemente para coordinar un envío de estupefaciente. También se averiguó que el resto de miembros de la banda, de nacionalidad colombiana, se encargaban de prestar apoyo logístico en tierra para la recepción y la extracción de la droga.

Una vez identificados los integrantes de la organización y el papel que ocupaba cada uno ellos en la trama, las investigaciones se centraron en descubrir cuándo pensaban realizar un transporte de estupefaciente. En ese sentido se detectó un incremento de la actividad y la existencia de una finca en Cartaya, en la que estaban construyendo un garaje hasta el que pretendían presuntamente transportar la droga. Finalmente, se pudo averiguar que estaba en marcha un envío de cocaína, a bordo del bote auxiliar de una embarcación de recreo que tenía prevista su llegada al puerto de El Rompido a principios del presente mes de agosto.

Una vez confirmada la llegada de la embarcación a su destino, se inició un dispositivo, en el que participó el Grupo Especial de Operaciones (GEO), que culminó con la detención de dos hombres y la intervención de la embarcación. Paralelamente, se detuvo en Cartaya al responsable de custodiar la finca que tenían alquilada y a un cuarto individuos cuando se trasladaba desde Lepe para participar en la extracción del estupefaciente.