Agricultura autoriza el sacrificio a tiros de las vacas mostrencas sin identificar
La resolución solivianta a los ganaderos al tratarse de una especie en peligro de extinción


Los ganaderos de Almonte no ganan para sustos. El temporal del pasado invierno ha provocado la muerte por ahogamiento de decenas de terneros, vacas, potros y demás ganado bovino y equino que pasta en el Parque de Doñana. Ahora la Consejería de Agricultura ha ordenado el sacrificio de las vacas no identificadas que transitan por una zona del Parque Natural.
La resolución de la Consejería asegura que el sacrificio será coordinado por la Oficina Comarcal Agraria (OCA) del Entorno de Doñana y por el Servicio de Agricultura y Ganadería de la Delegación, con la colaboración del personal dependiente de la Consejería de Medio Ambiente.
Los sacrificios de ganado bovino se están produciendo principalmente en la zona de Cabezudos ante los ojos atónitos de algunos ganaderos que no dan crédito a lo que ven pues la Junta está matando a vacas mostrencas marismeñas, una especie en peligro de extinción, protegida y que cuenta hasta con subvenciones públicas.
Según la orden firmada hace hoy un mes por la delegada del ramo, Esperanza Cortés, la Consejería ha detectado la existencia de un grupo de entre 25-35 animales de la especie bovina, asilvestrados, carentes de identificación alguna y supuestamente abandonados en una extensa superficie de terreno perteneciente a los términos municipales de Almonte y Moguer. Los animales se ubican en los márgenes derecho e izquierdo de la carretera Almonte-Mazagón, cerca de su tramo final, próximo al Parador Nacional y, por lo tanto, afectando también a la calzada viaria.
La Junta argumenta para autorizar su matanza bovina que "al tratarse de animales sin identificar, se desconoce su origen y, por lo tanto, su situación sanitaria frente a las enfermedades objeto de lucha sanitaria oficial, pudiendo tratarse de animales que supongan tanto un riesgo para la salud pública, al poder estar infectados de enfermedades transmisibles al hombre, como la tuberculosis y la brucelosis, como para la sanidad animal, las antedichas más la lengua azul. Actualmente comparten hábitat con otros animales relacionados epidemiológicamente".
Además del riesgo sanitario, la Consejería argumenta su decisión en el hecho de que "los animales invaden la calzada sin control, generando un grave riesgo para el tráfico rodado, habiéndose producido accidentes de circulación por tal motivo".
Los ganaderos que han denunciado la eliminación de las vacas no se oponen a que las reses que se localicen en las inmediaciones de las carreteras sean sacrificadas para evitar accidentes y daños personales, pero aseguran que muchas de ellas están siendo abatidas en puntos muy lejanos a esas carreteras citadas por la resolución oficial. Y se preguntan por qué Agricultura no ha permitido la presencia de ganaderos en los equipos que se dedican a cazar vacas para que el sector identifique a las reses antes de matarlas y luego puedan ser aprovechadas.
Los ganaderos consultados exigen a la Junta que extreme las medidas de seguridad entorno a la cacería de reses mostrencas y que se evite en lo posible el disparo de los agentes en zonas próximas a explotaciones y lugares de trabajo campestre así como bajo cables de alta tensión o territorio de linces.
Según apuntaron, ya se ha dado el caso de matar alguna res a 400 metros de una explotación sin que los agentes consultaran al dueño de la granja, que estaba presente en el lugar cuando se desarrolló la operación de caza.
Algunos ganaderos de la comarca de Doñana han puesto tanto la orden de Agricultura como los hechos en manos de sus abogados para que analicen la situación creada. Entienden que las vacas no son señales estáticas, como las indicaciones de tráfico, no están localizadas en un lugar sino que se mueven por la zona, por lo que los agentes pueden matar a reses que cuentan con todos los papeles (crotales ) en regla y que simplemente lo han perdido por rozamiento al estar en libertad.
Los letrados también se preguntan por qué la orden de Agricultura subraya que "contra la presente resolución, que no pone fin a la vía administrativa, podrá interponerse recurso de alzada ante la Consejería, mientras que se autoriza la matanza de vacas mostrencas de raza marismeña".
Cabe recordar que hace diez años el Plan Ganadero de Doñana anunció que las reses serían dotadas de un microchip para facilitar su localización y movimientos.
En la zona de Almonte y Moguer pastan unas quinientas vacas de raza mostrenca, que producen una carne muy solicitada en la alta gastronomía y restauración de la comarca.
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