Cierra uno de los chiringuitos más míticos de Punta Umbría después de 40 maravillosos veranos: "Trabajo menos de tres meses, pero quiero trabajar todavía menos"

Uno de los chiringuitos más emblemáticos de Punta Umbría echa la persiana y dice adiós tras 40 años de veranos inolvidables. Su gerente ha anunciado que "se retira" y que está dispuesto a escuchar propuestas serias para su traspaso.

Paco, quien lleva 40 años al frente de uno de los establecimientos más tradicionales y conocidos de la playa onubense de Punta Umbría, ha comunicado en sus redes sociales que se retira, y que en consecuencia, cierra el Chiringuito Oliver.

A pie de playa y famoso por sus deliciosos platos costeros y la amabilidad de su personal, además de por haber sido también el "hogar" estival durante muchos años del famoso cómico Juan Joya, conocido como "El Risitas", que falleció tristemente hace cuatro años, este chiringuito se ganó el corazón de muchos de los veraneantes de Punta Umbría.

Las razones del adiós de Chiringuito Oliver

Cuatro décadas de largos y gustosos días de verano que este año llegan a su fin, al menos de la mano del que ha sido su fundador: "Me retiro ya. Mira la cara de preocupación que se me ve. Estoy muy bien, muy tranquilo. No estoy triste, no estoy eufórico... Bueno eufórico sí estoy un poquito", apunta Paco en el vídeo que ha colgado en el perfil del establecimiento, con la carisma y simpatía que siempre le ha caracterizado.

"Simplemente que ya tengo hechas las cuentas, y las cuentas me han salido, entonces yo ya me retiro" indica en el mencionado vídeo, señalando que no tiene a nadie que quiera hacerse cargo, por lo pronto, de las riendas de su mítico chiringuito puntaumbrieño, pero que está dispuesto a escuchar propuestas serias para su traspaso: "El negocio ha ido muy bien, llevo 40 años trabajando aquí, y muy bien. Está saneado, no hay deudas, no hay problemas ni nada".

También ha añadido, siempre en un tono divertido, que la gente le dirá que ha trabajado muy poco, solo tres meses al año, a lo que él responde: "Trabajo menos de tres meses, 86 días este año, pero ahora quiero trabajar todavía menos. Como puedo, lo voy a hacer".

Así que, todo queda en manos de quienes estén interesados en hacerse cargo de este negocio veraniego. Esperemos que este emblemático chiringuito vuelva el verano que viene, y que pueda ser con parte de la esencia y alegría que siempre ha transmitido a sus clientes y amigos.