De Holanda a Islantilla, sobre pedales

Dos pensionistas holandeses de 61 y 62 años cumplieron ayer su sueño, y han culminado unos 3.000 kilómetros en bicicleta, los que separan la ciudad holandesa de Laren y un complejo turístico de Islantillal un mes de pedaleo El pasado 25 de agosto salieron de Laren para dirigirse a España, donde cumplieron otra idea, la de conocer Santiago de Compostela tras realizar el tradicional Camino de Santiago.

Niek Ten Bosch y Wim van de Beek celebran con su familia y amigos su llegada a Islantilla.
Niek Ten Bosch y Wim van de Beek celebran con su familia y amigos su llegada a Islantilla.
José Antonio Suárez / Lepe

26 de septiembre 2009 - 01:00

Una hazaña sobre ruedas. Una pareja de jubilados holandeses ha recorrido los casi 3.000 kilómetros que separan Holanda de Islantilla en bicicleta por su afición a las dos ruedas. Los dos veteranos aventureros recibieron ayer una recepción sorpresa por parte de sus vecinos del complejo Las Cigüeñas, adonde llegaron a las doce del mediodía.

Uno de los pensionistas de La Cigüeña, Niek Ten Bosch, se ha retirado recientemente al cumplir los 61 años. Para conmemorar esta nueva circunstancia en su vida decidió hacer el camino desde Holanda hasta Islantilla. Michelle Elst, portavoz del complejo turístico, ha señalado que la idea "la tenía hacía mucho tiempo", y al final la ha podido cumplir acompañado de su cuñado, Wim van de Beek, de 62 años, al que le pareció una idea muy interesante. De este modo, ambos deportistas decidieron unirse en la aventura y juntos comenzaron una andadura desde Holanda, donde partieron el pasado 25 de agosto; en concreto, desde desde Laren, una ciudad situada en los alrededores de Amsterdam.

Tras un mes de pedaleo, ambos ciclistas han completado un recorrido de unos 3.000 kilómetros de distancia. Durante su viaje, los holandeses han recorrido parte de la ruta de los peregrinos del Camino de Santiago completando el periplo a través de Burgos y luego por la Ruta de la Plata.

Lo que no sabían estos veteranos ciclistas es que sus vecinos, entre los que se encontraba la mujer de Niek Ten Bosch, tenían una fiesta preparada para conmemorar por todo lo alto su hazaña ciclista.

Fueron recibidos con botellas de champán. Todos los residentes del complejo se encontraban a las puertas del mismo para agasajarlos y recibirlos con galardones y distinciones.

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