La Plaza de las Monjas se transformó ayer en un cofre del tesoro. En un espacio donde auténticas reliquias a precio de oro veían la luz para el alcance de los onubenses. Desde la literatura de Eduardo Mendoza, pasando por Pío Baroja, Jorge Luis Borges o la pluma de Miguel Delibes en La hoja roja. Desde la dirección de Pedro Almodóvar en Volver con una espléndida Penélope Cruz, hasta llegar a cintas tan excepcionales como La joven de la perla,Ciudad de Dios, o Gangs of New York. Desde discos de música de todos los gustos y colores hasta DVD históricos como el partido en el que el Recreativo de Huelva venció por 0-3 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, aquel año 2006.

No era una exposición, ni tan siquiera un capricho por parte de los organizadores. El centro de todo era la solidaridad. La ONG Ayre Solidario, de ayuda a las personas refugiadas, puso en manos de los onubenses el XVIII Mercadillo del Libro Solidario, en el que también hubo numerosos DVD y CD, con la vista puesta en ayudar en la financiación del proyecto de construcción y puesta en marcha de un Centro Cívico de atención integral a menores en Atenas. Además, "hay un grupo de adolescentes en este centro que han hecho un periódico que se llama Aves Migratorias y nosotros estamos colaborando desde aquí a la traducción al español y lo compartimos en redes sociales" y demás vía, señalaba Toñi Conde, integrante de la ONG. Las personas refugiadas son de diversas nacionalidades: afganos, sirios, kurdos..., "llevan dos años esperando a que los gobiernos decidan lo que se hace".

Numerosas personas se acercaron durante la mañana al Mercadillo para encontrar antigüedades a un precio más que barato ya que no sobrepasaban los 2-3 euros. "Estos libros vienen de donaciones de particulares" durante todo el año, y con el paso de las ediciones de la iniciativa "cada vez más gente nos contacta". Todos los géneros a la vista, diferentes estilos de música, incluso videojuegos antiguos. "Llenamos 2 o 3 furgonetas", y es que el mercadillo (aunque se realiza varias veces durante el año) dura un día y "el esfuerzo es muy grande". Alrededor de 12 voluntarios ayudaron durante la jornada de ayer. Una cita que se ha convertido en "una oportunidad para sacar libros que ya no están a la venta y son difíciles de encontrar", además de que "nos sigue siendo rentable venderlos a ese precio", asegura Toñi Conde.

Toda ayuda es poca si la solidaridad está en juego. Un esfuerzo que rompe las barreras internacionales para los más necesitados.