Restauración retablo mayor del Castillo de Aracena

El reluciente brillo del patrimonio

  • El retablo mayor del Castillo de Aracena luce tras la completa restauración en la que la inversión ha sido de 30.000 euros de fondos municipales

  • Medio año de trabajo minucioso

Retablo mayor del Castillo de Aracena tras su restauración, con la imagen de la patrona, Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Retablo mayor del Castillo de Aracena tras su restauración, con la imagen de la patrona, Nuestra Señora del Mayor Dolor. / Javier Moya

La iglesia prioral del Castillo de Aracena ya cuenta con la restauración completa de su retablo mayor. Una obra importante bajo un trabajo minucioso, que ha durado medio año, con el obligado rigor histórico y para conservar el patrimonio histórico de la localidad y del Castillo en particular donde está, venerada cada día, la patrona coronada de la ciudad, Nuestra Señora del Mayor Dolor.

El retablo se encontraba en muy mal estado de conservación y nunca se había realizado un trabajo de restauración tan completo y exhaustivo históricamente como ahora. De ahí que el Ayuntamiento de Aracena, consciente y sensible al problema y advertido también por la Hermandad de la Santa Vera Cruz que vela por el mantenimiento diario del templo al estar allí sus imágenes titulares, decidiera acometer esta obra con un coste total de 30.000 euros de fondos municipales.

Los trabajos de rehabilitación comenzaron a principios del presente año con un equipo de personas al mando del prestigioso restaurador Jesús Mendoza. Tras medio año de duro trabajo los resultados son positivos y han recibido la alegría de todas la partes implicadas: Ayuntamiento de Aracena, Hermandad de la Vera Cruz y parroquia de Aracena. En la presentación, en el propio Castillo, estuvieron presentes el alcalde Manuel Guerra y el concejal Carlos García; en representación de la hermandad varios miembros de la Junta de Gobierno con Luis Ramírez de portavoz y el párroco del pueblo, Longinos Abengózar Muñoz.

Diferentes imágenes de la restauración. Diferentes imágenes de la restauración.

Diferentes imágenes de la restauración. / Javier Moya

Además el público en general, que visita a diario al templo, “puede observar las notables mejoras y de forma más divulgativa conocerán qué y cómo se ha hecho seguramente en el mes de septiembre”, según indicó el Manuel Guerra en la presentación, mes de aniversario de la Coronación Canónica de la patrona y donde se celebran los cultos de la Virgen en torno a su efemérides religiosa.

La restauración ha consistido en la limpieza de polvo depositado con el paso del tiempo, de los escombros acumulados en cornisas y molduras, la limpieza química de repintes, la consolidación estructural, la reposición de cornisas y molduras que se habían perdido, entre otras cuestiones importantes que dejan un estado actual sobresaliente y visible por quiénes están acudiendo al Castillo estos días. El alcalde indicó que el objetivo en este templo ahora es restaurar el camarín de la Virgen. El párroco, muy satisfecho y agradecido, lanzó el ruego de arreglar también en cuanto se pueda la bóveda y otros elementos de interés de la céntrica iglesia de El Carmen.

La iglesia prioral del Castillo, abierta al público gratis y dentro de las visitas al recinto fortificado con guía, es el templo más antiguo y emblemático de Aracena. Y está ubicado sobre el cerro del Castillo, a cuya falda se ubica el pueblo en todo su perímetro completo y debajo la preciosa Gruta de las Maravillas.

El Retablo Mayor es de estilo neoclásico y data de la segunda mitad del siglo XVIII. Actualmente acoge la imagen de la patrona de la ciudad. Es de estuco e imita mármoles, siendo el efecto marmolizado que decora el retablo, según palabras del propio restaurador “de una excelente calidad”. El mal estado de conservación había originado pérdidas de soportes (cornisas y molduras), piezas despegadas debido a las filtraciones de humedad, que al mismo tiempo había provocado embolsamientos y oquedades del estuco con respecto al muro. A ello, se le unía la capa de suciedad provocada por el humo de las velas y el polvo que enmascaraba los colores originales. De igual forma una de las joyas artísticas tras esta restauración es la pintura mural de Nuestra Señora de la Antigua del siglo XVI.

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