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Cometas sobre el Castillo de Aracena

  • La implicación e iniciativa de Carlos Fernández Valladares lleva a la actividad a su 25 aniversario con un total de 20 inscritos

El entorno del cerro y recinto fortificado del Castillo de Aracena vivió recientemente su habitual volada de cometas. Una cita que ha alcanzado este año su 25 aniversario gracias a la implicación e iniciativa, desde sus orígenes, del aracenense Carlos Fernández Valladares. Además ningún verano ha dejado de realizarse el taller. Este año como novedad se ha incorporado dentro del exitoso y concurrido aula de verano como un aliciente más con casi 20 inscritos.

Además del taller lo más esperado siempre es la tarde de la volada de cometas. Alejado de la soledad de los videojuegos o móviles, la mayoría de los niños apuntados al taller acudieron con cometa en mano bajo la compañía de padres, familiares y algunos curiosos. Una buena tarde en cuanto a las condiciones atmosféricas aunque sin excesivo viento. Pero al estar en una de las zonas más altas de Aracena varios consiguieron volar su cometa.

En estos tiempos es raro e inusual, pero hace varias décadas la volada de cometas era un juego y una práctica habitual entre los más jóvenes. De ahí vino la afición del monitor cuando era un niño, quien reconoce que "muchos niños jugábamos en los años setenta y ochenta en el castillo con nuestras cometas".

El objetivo de Carlos Valladares es "continuar con esta iniciativa, siempre divertida y sorprendente. Yo diría que es una experiencia única en la provincia y me gustaría que volaran sus cometas a lo largo del año y no sólo durante el día de la volada" ha señalado con satisfacción el responsable del taller.

Él mismo se busca el material necesario para hacer las cometas, principalmente las cañas que recoge por el campo serrano además del necesario papel, colores para hacer un bonito dibujo y el hilo para poder extenderla. En esta nueva edición cuenta con la colaboración, un año más, del Ayuntamiento de Aracena.

Una cita agradable y familiar al final de verano donde muchos padres recordaban con anhelo sus largas tardes en el entorno del Castillo mientras volaban sus cometas con otros amigos. Siempre con las anécdotas de aquellas tardes de viento, donde los más aventurados y audaces lograban alcanzar mucha distancia con su cometa, quedándose algunos hasta sin hilo.

El éxito entonces de las cometas era tal que incluso Carlos Valladares recuerda cuando realizaba de joven cometas que vendía a otros amigos y conocidos, y así, lograba sacar algún dinero de cara a la celebración de las fiestas mayores del municipio, por entonces en septiembre y no en agosto como ocurre en los tiempo que corren.

Precisamente en la tarde del pasado viernes más de uno desde cualquier rincón de Aracena echó la mirada un poco más de lo habitual hacia el recinto fortificado del castillo al ver pequeños objetos volar sobre el cielo serrano.

Buena tarde en familia y amigos que echaron varios aracenenses con motivo de la volada de cometas en el Castillo de Aracena bajo la batuta de Carlos Fernández Valladares.

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