Vivir en Huelva

BoletOs-tentulloS

Dentro de la gran variedad de setas que encontramos en la provincia de Huelva, unas cuatrocientas especies y entre ellas cuarenta especies comestibles, encontramos los boletos que representan una especie de seta muy abundante y de un gran impacto económico, tanto en fresco como congeladas o desecadas en conserva, sobre todo en el norte de nuestra provincia en la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, desde donde se exportan a todo el territorio nacional, fundamentalmente a Cataluña y las Vascongadas.

Bajo esta denominación se agrupan varias especies del genero Boletus en nuestra provincia, fundamentalmente dos:

El Boletus aereus, de color marrón oscuro, con una carne exquisita.

El Boletus reticulatus, de color marrón mas claro, con una carne algo menos apreciada.

Tienen un sombrero bastante grande, carnoso convexo de joven que se va aplanando con la edad, siendo prácticamente plano al final, la verdad es que tienen forma de tapón de champán, siendo los sombreros oscuros, color que se acentúa con el tiempo, y con los bordes más claros; sombreros que se consumen, a la plancha suave, con unas gotas de aceite y sal; en este caso los pies se consumen en crudo simplemente en ensaladas.

Sus dimensiones están normalmente entre los diez y los veinte centímetros, tanto el sombrero como el pie y su color varía entre el marrón casi negro y el marrón claro.

Su carne es compacta blanca sin color bajo la cutícula del sombrero, con un olor y sabor muy agradables y sus esporas son de color ocre amarillento a pardas.

Su pie es robusto, firme, grueso y macizo, al principio grueso en su base y después algo más cilíndrico.

Su época de recolección es a finales de verano y en otoño, tras las primeras lluvias y se dan en bosques de robles, hayas, castañas, encinas e incluso pinares y jaras.

Su carne es excelente y muy apreciada, siendo el Boletus aereus el más apreciado de todos. Su sabor es delicioso con un ligero aroma los ejemplares más maduros y un rendimiento calórico muy bajo, unas veinte kilocalorías a los cien gramos, es rico en fibra, vitaminas B6, vitamina C, vitamina D y potasio.

El consumo de estas setas más que frescas es congeladas (aceptan muy bien la congelación) o desecadas (se conservan en botes al vacío); en fresco hay que limpiar el tubo con mucho cuidado pues en las maduras, al ser esponjoso, encontramos bichos y parásitos que hay que eliminar.

Junto a otras setas como el gurumelo o las tanas forman parte de una gastronomía extensa propia de nuestra provincia, con gran raigambre en la gastronomía mediterránea; cuando comencé a recoger recetas de setas, hace años, me llevé la enorme sorpresa de la gran variedad de formas de cocinarlas y no sólo en la Sierra, en toda la provincia, así como la cantidad de personas que van al campo a coger setas.

Son muy aptas para dietas de adelgazamiento, aunque sólo si se presentan a la plancha, asadas o a la brasa. Si les añades salsas ya es otra cosa por al contenido calórico de estas.

Su cocina fundamentalmente es:

-Crudas en carpachos o ensaladas.

-Marinadas en salsa de ajo y aceite.

-Calderetas de cordero con tentullos.

-Tortillas de tentullos y gambas.

-Plancha, asadas en láminas con aceite.

-Guisos, como en revuelto de boletos, espárragos y gambas.

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