25 aniversario del hermanamiento entre Beas y Clarines

La unión de un cuarto de siglo

  • Beas y Clarines celebran las bodas de plata de la firma histórica del hermanamiento entre la localidad onubense y la población venezolana bajo la música y las fotografías

La música venezolana protagoniza parte de la celebración del hermanamiento.

La música venezolana protagoniza parte de la celebración del hermanamiento. / Javier Monterroso

Pese a la distancia y el paso del tiempo, Beas y Clarines siguen jurándose amor eterno. Este fin de semana la localidad onubense y la población venezolana han celebrado sus bodas de plata. Se cumplen 25 años desde que aquel 7 de abril de 1994 se firmara un hermanamiento que no parece tener límites.

Es una fecha con mucha historia. Una expedición de medio centenar de beasinos cruzó el océano para rubricar esta relación. La encabezaba el alcalde Francisco Javier Domínguez Romero. Allí le esperaba su homólogo clarinés, Alirio Guacarán Mata. Juntos culminaron un proceso de identidad que se inició varios años atrás, cuando se supo de la existencia de esta tierra que compartía nominación con la patrona de Beas.El acuerdo de hermanamiento se hizo coincidir con el cuarto centenario de la ciudad de Clarines. Fue un triguereño quien la fundó. El colonizador Francisco de Vides viajó hasta orillas del Río Unare junto a decenas de familias andaluzas y extremeñas para repoblarla. Entre ellas iban algunas beasinas. Finalmente, otro 7 de abril, pero de 1594, nació Nuestra Señora de los Clarines. Un guiño a la señora de Beas.

Descubrimos que nada fue casualidad. Clarines se bautizó de esta forma por la devoción a una Virgen que también visitó el país como compañera y guía espiritual. En la campiña onubense saben del valor de estos lazos y los conmemoraron estos días atrás con folklore popular y una exposición de documentos y objetos que recuerdan los años de travesía.

Público asistente. Público asistente.

Público asistente. / Javier Monterroso

El cante de aquí lo protagonizó la voz de Sebastián Cruz. El mayor exponente del flamenco beasino puso su garganta al beneficio de esta efeméride. Le acompañó el guitarrista Tino Van Der Sman. La música de allí salió de los tambores venezolanos del grupo Tazajo Tamboo. Todo ocurrió en la sede de los Servicios Sociales con la organización municipal y la estrecha colaboración de la Asociación Río Unare.La muestra histórica de fotografías y artilugios de origen clarinés se acoge bajo el techo de la Casa Museo de Venezuela en Beas.

Este inmueble es el ejemplo más patrimonial de la unión de ambas culturas. En la calle Ramón y Cajal se levanta esta réplica de las casas coloniales de Clarines, realizada con materiales naturales como la madera, la caña, la teja y el barro cocido. La ciudad hermana de Beas vive al norte del Estado Anzoátegui, al oriente del país, y es la capital del municipio Manuel Ezequiel Bruzual. Sus calles rectilíneas discurren entre piedras y construcciones de carácter colonial. Sus vecinos sobreviven de la actividad agropecuaria, aunque también es frecuente la extracción de recursos naturales.

Destaca, entre su catálogo patrimonial, la iglesia barroca de San Antonio de Padua, declarada Patrimonio Histórico Nacional y una de las joyas de Venezuela. En este recinto católico reposa una colección de más de una veintena de imágenes, entre ellas la de San Antonio, patrón de Trigueros, y la Virgen de los Clarines, patrona de Beas.

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