La corrida de toros celebrada este sábado en el Coso de las Canteras de Osuna con motivo de su feria de Mayo se ha saldado con la salida a hombros de Curro Díaz y Antonio Ferrera, que cortó los máximos trofeos al mejor ejemplar de Victorino Martín, premiado con la vuelta al ruedo.

Rafaelillo se enfrentó en primer lugar a un ejemplar de escaso recorrido y que se acabó orientando. El diestro murciano, además, estuvo molestado por el viento en una labor que no tuvo remate con el acero. Le quedaba el cuarto, un toro al que logró torear al natural en una valiosa y maciza labor que le valió el corte de una oreja.

Ferrera, por su parte, se lució toreando de capa al segundo, un astado que acabaría desarrollando complicaciones en la muleta y que acabó siendo sometido por el torero de Linares. Con el quinto, un excelente animal enclasado y humillado, para el que se llegaría a pedir el indulto, tiró de todo su repertorio en una labor completa, inspirada y hasta sinfónica que sería recompensada con los máximos trofeos que paseó en compañía del propio ganadero después de que se le diera la vuelta al ruedo póstuma al boyante animal.

La decoración iba a cambiar a partir de la lidia del tercero, un toro aquerenciado que supo ser administrado por Curro Díaz, aprovechando sus embestidas por dentro, para cuajar una estética faena que, pese a la deficiente colocación del acero, no le impidió cortar las dos orejas. Con el inválido sexto, que brindó menos opciones, sería silenciado.