En el FesTVal de Vitoria que arranca mañana ha sido premiado por la crítica por la serie documental El caso Asunta, que emitió Antena 3. Tras Las chicas de cable en Netflix, que ha dado la vuelta al mundo, la productora Bambú entra en su mejor temporada con los estrenos de Velvet Colección, para Movistar +, Tiempos de guerra y Fariña, en Antena 3, y Traición, con Ana Belén, en La 1. El gallego Ramón Campos es el productor de moda en nuestro país. Junto a su socia y esposa, Teresa Fernández-Valdés, lidera la compañía que creó Gran Hotel, Hispania, Bajo sospecha o Gran Reserva.

Productores y espectadores estaban deseosos de ver a Ana Belén regresara una serie"

-¿Cómo explicaría la complejidad de El caso Asunta?

-Fue un trabajo de investigación de catorce meses en los que lo más complejo ha sido romper los prejuicios que muchos testimonios tenían hacia los medios de comunicación. Los espectadores en nuestro país están acostumbrados a un tipo de periodismo audiovisual de sucesos que tiende a ser un poco sensacionalista y les costaba comprender que lo que nosotros estábamos haciendo era otra cosa completamente distinta. Además de eso lo más complicado de la serie documental ha sido encontrar el punto de objetividad justo en torno al caso ya que existían muchísimos juicios paralelos realizados a lo largo de estos años.

-Habrá sido un trabajo muy diferente al de una ficción...

-Completamente distinto a la ficción. Aquí la realidad manda y es ella la que nos indica el camino que debemos seguir en la estructura de la serie documental.

-¿Qué otros asuntos, o al menos qué línea temática, le gustaría plasmar en futuros proyectos de docuficción?

-Creo que hay temas en España muy interesantes pero hay uno que me obsesiona desde hace años y en el que creo que todavía hay puntos oscuros que sacar a la luz, más allá de las teorías conspiranoicas, que es el crimen de Alcàsser.

-Trabaja para dos de las grandes plataformas de pago ¿qué diferencia hay con el trabajo para las cadenas en abierto? ¿Dónde radica el secreto para contar con tan diversos encargos?

-La diferencia con respecto a las cadenas en abierto tiene que ver más con el formato que con la forma de trabajo. La duración de los capítulos, más cortos en las plataformas, la consciencia de que tus productos no tendrán publicidad, por lo que no hay que repetir las informaciones varias veces, o la posibilidad de tratar temas más complejos. Y sólo hay un secreto: ser muy consciente de para quien trabajas y hacer lo que el cliente pide.

-¿Cómo ha sido la experiencia de Las chicas del cable, ha recibido inputs de países donde no imaginaba llegar?

-La experiencia ha sido increíble. Nunca creímos llegar a más de 100 millones de personas y 193 países de golpe. Hemos recibido inputs de países de Latinoamérica, de Estados Unidos, de Asia… De alguna manera lo que ya habíamos experimentado con Velvet y Gran Hotel ahora se ha hecho más grande.

-¿Qué opina usted mismo de la continuación de Velvet?

-La continuación de Velvet era un paso lógico teniendo en cuenta que la serie había terminado su emisión en Antena 3 con más de 4 millones de espectadores y se había vendido a 110 países. Tanto Teresa como yo enfrentamos Velvet Colección conscientes de que no podía ser una simple continuación sino que tenía que ser una serie con entidad propia que debía gustar por igual a espectadores de la serie original como a nuevos espectadores.

-¿Qué le han comentado fichajes como Imanol Arias o Megan Montaner?

-Pues esa fue la razón de que actores de la talla de Imanol o Megan decidiesen sumarse a la serie que además es la primera que pasa del abierto al pago en nuestro país.

-¿Qué supone para usted regresar a la cadena pública en el prime time? ¿Cómo se produjo el fichaje de Ana Belén?

-Llevábamos varios años deseosos de volver a trabajar con TVE. Allí empezamos nuestra carrera como Bambú y allí alcanzamos nuestro primer éxito con Gran Reserva que se terminó debido a los problemas derivados de la falta de un presidente en su día. Cuando la actual directiva con Toni Sevilla y Fernando López Puig nos propusieron retomar una serie de prime time en TVE sentimos que era una especie de forma de volver a casa y para hacerlo decidimos retomar un género que actualmente nadie está haciendo en nuestro país: La saga familiar. Desde que decidimos que ese sería el género fuimos conscientes de que necesitábamos una gran actriz para dar vida a la matriarca de los Fuentes, así se llama la familia de la serie, y no se nos ocurrió nadie mejor que Ana Belén. Ella además de una grandísima actriz es una persona excepcional y tanto como productores, como espectadores, estábamos deseosos de verla regresar a la televisión y es un orgullo que sea en una serie de Bambú.