En abril se cumplían 50 años del fallecimiento de Nino Bravo a causa de un fatal accidente de tráfico. Fue una conmoción entre los espectadores por la juventud del malogrado artista valenciano, que en poco tiempo había sumado muchos éxitos. Su leyenda fue perdurando con los años. Cada cantante que aparecía con una voz tan potente (y por entonces eran pocos, no había la catarata de talents de ahora) se le comparaba con el intérprete de Libre, canción que de forma versiona ha ido llegando hasta esta década. Lo de Nino Bravo es un fenómeno en sí del reconocimiento de un intérprete de escueta trayectoria pero de huella eterna, tal como le recordó el programa de La 2 Imprescindibles.

Esa entrega documental es la que se recupera hoy con motivo del último Lazos de sangre de este año. La dirección de TVE ha eliminado la doble noche de MasterChef Junior por sus bajos índices de audiencia.

El espacio nostálgico de Jordi González homenajea a grandes figuras, sagas y familias y hoy es el turno para el valenciano inolvidable. Su pérdida fue una conmoción y se vivió un prolongado duelo en cada una de sus grandes canciones (Libre, América, Noelia, Un beso y una flor, Te quiero) que han ido apareciendo en las grandes listas de éxitos de forma recurrente.

Nino Bravo

Nino Bravo. Vivir es la semblanza que se repone esta noche, a partir de las 22.50 en La 1, con un debate en el que estarán Ramoncín, Norma Duval, Rosa Villacastín, Valeria Vegas, Juan Sanguino y Darío Ledesma, biógrafo del cantante. También está prevista una actuación de Serafín Zubiri y una entrevista con el cantante y compositor Ramón Arcusa, una figura fundamental en la efímera y brillante trayectoria de Bravo, un mito imperecedero.

Su prematura muerte, a los 28 años, apagó la luz de una carrera que emergía con fuerza, pero no logró silenciar una de las voces españolas más universales. El documental que se ofrece esta noche contextualiza la labor de Nino Bravo en una generación donde están otros nombres imborrables de la música comercial española como su paisano Camilio Sesto, Julio Iglesias o Raphael. El malogrado cantante estuvo también Pasaporte a Dublín, por la canción eurovisiva de 1971, donde coincidió también con Rocío Jurado. Figuras indiscutibles.