Aníbal Soto ocupa desde hace tiempo un papel destacado en las series de televisión de ámbito nacional, donde ha participado en títulos como Bandolera, El Comisario, Periodistas, Desaparecida o la miniserie Alfonso, el príncipe maldito, aunque nunca pensó que tendría que meterse en la piel del que fuera alcalde de su ciudad natal. Este actor marbellí no duda al afirmar que a la hora de preparar su personaje le bastaron las páginas del papel couché para entender mejor el personaje de Julián Muñoz.

-¿Es más difícil meterse en un personaje vivo y tan popular como Julián Muñoz que en uno de ficción?

-Por supuesto. Ésta es la segunda vez que participo en un biopic. Julián Muñoz es un personaje muy conocido del que se han publicado muchas entrevistas y se le ha podido ver de mil maneras. Todo el mundo tiene una imagen preconcebida de él y, por tanto, entraña una dificultad añadida. Sientes como si en cada episodio te estuvieran juzgando millones de críticos. No obstante, uno confía en el equipo y poco a poco va haciendo suyo el personaje. Me hubiera gustado contar con un 'coach' y con más tiempo para haber trabajado más el personaje, pero estoy contento.

-¿Esperaba que la serie tuviese tanto éxito?

- Esperaba que fuera vista, pero no tanto, aunque es cierto que el tema produce cierto morbo entre los espectadores.

-¿Y cree que Julián Muñoz ha estado entre estos espectadores?

- Imagino que sí. Se ha abierto tanto a las cámaras y está tan acostumbrado a hablar de su vida, que supongo que no le habrá importado verse reflejado en este biopic.

-¿Qué ha sido lo que más le ha costado a la hora de interpretar este papel?

-Sobre todo, la presión de meterme en la piel de un personaje tan conocido. He tenido mucho material audiovisual y, por tanto, he podido conocer muchos matices. A pesar de ser de Marbella, no conocía personalmente al personaje

-¿Ha tenido que bucear en las hemerotecas o le ha valido sólo con lo que ha publicado de él la prensa rosa?

-Sobre todo, he trabajado con lo que ha dicho de él la prensa rosa, que no es poco. Además, la productora me proporcionó documentos gráficos que grababan de su día a día en el propio Ayuntamiento de Marbella. Ahí se le ve más natural, sin dobleces.

-Su compañera Eva Marciel asegura que se ha sentido muy libre a la hora de interpretar. ¿Opina usted lo mismo?

-Sí. Alejandro, el director, nos ha permitido mucha libertad a la hora de interpretar y eso en un trabajo como éste es magnífico. Yo he querido potenciar la vis humana de mi personaje y darle ese toque divertido y juguetón que tiene Julián Muñoz ante las cámaras.