“Gran Hermano tiene un plan”. Esta ha sido la frase más repetida por Mercedes Milá desde que dio comienzo la novena edición del reality show. Ese plan, que prometía sorpresas, concluye esta noche. Y, como ha ido ocurriendo a lo largo del concurso, los habitantes de la casa Guadalix de la Sierra vivirán emociones insospechadas.
La magia y un gran espectáculo pirotécnico serán dos de los elementos principales de la final de Gran Hermano, que arrancará a las 22.00 horas. Por primera vez en la historia del formato en España serán cuatro participantes los que concurrirán al desenlace del concurso presentado por Mercedes Milá. Aunque en la casa siguen viviendo cinco habitantes: Óliver, Rodrigo, Judit y las gemelas sevillanas Conchi y Pamela, que cuentan como un sólo concursante.
El programa cierra su novena edición tras haber obtenido de nuevo el respaldo mayoritario de la audiencia: las galas de los jueves, presentadas por Mercedes Milá, han liderado el 100 por cien de sus emisiones y han registrado una audiencia media de 3.457.000 espectadores y un 28,1 por ciento de cuota de pantalla.
Durante el transcurso de la final, los cuatro aspirantes a la victoria irán descubriendo paulatinamente su posición en el concurso bajo un denominador común: la magia. Según vaya siendo desvelado el resultado de las votaciones de los espectadores, el cuarto, tercer y segundo clasificados viajarán en una limusina hasta Telecinco. El flamante ganador aún tendrá unos minutos para vivir por unos instantes la soledad de la casa de Guadalix de la Sierra. Después será trasladado, si las condiciones meteorológicas lo permiten, en helicóptero hasta el plató del programa donde recibirá de manos de Naiala Melo, ganadora de la octava edición, el cetro que le distinga como vencedor de Gran Hermano, que le reportará un premio de 300.000 euros.
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