Mansiones, riqueza o tráfico de armas eran parte del paisaje de la Marbella de los años 80 en pleno auge de la ‘jet set’, y es también el escenario de Los Farad, nueva serie de Prime Video sobre una familia de traficantes de armas que se mueve en la legalidad.

"Esa gente sigue existiendo porque las guerras todavía continúan. Resulta interesante cómo ese tráfico se sale de lo que el común de los mortales entendemos como el tráfico de otras cosas. La serie expone esa cierta normalidad dentro de la anormalidad del negocio", señala su protagonista, Susana Abaitua.

Según detallan sus propios creadores, Mariano Barroso y Alejandro Hernández, la ficción de ocho capítulos, una de las sugerencias de cara a este fin de semana, está inspirada en hechos reales, pero no en ninguna familia en concreto.

"Lo que nos interesaba era contar esa Marbella de la época de la guerra fría desde una familia con sus conflictos, dudas y crisis, como cualquier clan, pero que en su caso negocian con misiles y bombas", explica Hernández.

Los espectadores entran así en un mundo de lujos y negocios de clase alta en la Costa del Sol de la mano de un personaje ajeno a todo ese mundo, Oskar (Miguel Herrán), un joven que sueña con montar su propio gimnasio de aeróbic en el madrileño barrio de Salamanca y que inicia una relación sentimental con Sara (Abaitua), la hija del poderoso empresario Leo Farad (Pedro Casablanc).

"Oskar es un chico de clase media-baja, huérfano, criado por su tío Manuel (Fernando Tejero) que es el que tiene la cabeza fría y le dice que no se meta en esos líos. Pero al conocer a Sara hay una mezcla de amor y ambición, ambos se necesitan. Ella le abre las puertas de los Farad y él cree que puede cumplir su sueño de una manera más rápida de lo que había pensado. Pero en este proceso se enamora también del tráfico de armas y se da cuenta de que ese mundo le gusta", relata Herrán sobre este trabajo del que fuera presidente de la Academia de Cine.

Pedro Casablanc, Miguel Herrán y Susana Abaitua en 'Los Farad'

Por su parte, el personaje de Sara Farad representa el de esas mujeres que buscaban no solo tocar poder, sino ser ellas mismas líderes en un ámbito fuertemente masculino, especialmente el relacionado con el tráfico de armas.

"Es la lucha de una mujer en un mundo machista, donde a ellas no las dejaban estar en las reuniones; como mucho llevar el agua. Sara es muy ambiciosa, sabe que ha nacido para heredar el negocio de su padre y tiene todas las cualidades. Se ha criado con la confianza de su padre y el apoyo de su madre, y va a ir a por todas. Me gusta que sea ambiciosa", agrega Abaitua, que tuvo su gran oportunidad con la serie Patria, de HBO.

Para preparar sus personajes, ambos actores confiesan que han tirado mucho de documentación de la época, de ver cómo era Puerto Banús y la Costa del Sol en los años 80: "Nos hemos documentado con el Hola porque Mariano, los de vestuario y los de maquillaje tenían reportajes de cosas salidas de ahí”, aclara el actor madrileño.

La inspiración les vino a los creadores de El traficante, un libro de David López Canales que cuenta la historia real de una persona que vivió el mundo del tráfico de armas en Marbella desde un punto de vista muy periodístico y realista; también se nutre de la vivencia de Alejandro Hernández como soldado en la Guerra de Angola (fue reclutado a los 18 años en su Cuba natal).

Aparte de Abaitua y Herrán, Pedro Casablanc y Nora Navas encarnan a los integrantes de esa familia ficticia en la que también están Adam Jezierski y Amparo Piñeiro.