La mitad de los niños y jóvenes de entre 12 y 18 años reconocenhaber recibido amenazas, coacciones, insultos y otro tipo de vejaciones, como la publicación de fotografías o vídeos sin consentimiento a través de las redes sociales. Además, el 18% de ellos han sido víctimas de control por parte de sus parejas o ex parejas a través de internet. Así se desprende de un estudio reciente de la Universidad Miguel Hernández de Elche que citó el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, en su visita a un colegio de Valencia para presenciar una charla impartida por un agente de la Policía Nacional a alumnos de 3º y 4º de ESO.

La charla sobre los riesgos que comporta el mal uso de internet y que provoca que, en el último año, 40.000 personas hayan sido víctimas de ciberacoso en España, 2.000 de ellas menores de edad, se enmarca en el Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad escolar.

Según informó Moragues, un 6% de estas vejaciones a través de internet son con objeto sexual, mientras que un 18% de estos jóvenes "reciben actitudes de control y posesión por parte de sus parejas o ex parejas". Por todo ello, manifestó que "hay que ser prudentes y cautos en el uso de internet y concienciar a los jóvenes y menores de las amenazas y riesgos que tiene internet".

Asimismo, destacó que, según el Ministerio de Industria, el 40% de los menores de entre 9 y 13 años cuentan con perfiles en redes sociales, mientras que los 9 años son la media de edad en la que se inician en el uso de internet. "Nuestros jóvenes están en internet y en internet hay ciberacoso", apostilló.

El delegado de Participación Ciudadana en la Provincia de Valencia, el inspector Luis Moreno, señaló que los encuentros con los alumnos sirven para "explicarles cuáles son los mayores riesgos que concita un mal uso de internet y de accesos a webs maliciosas", en lo que es "una labor preventiva y formativa".

Así, las dos "líneas maestras de la concienciación" son, según indicó, que "todo lo que aparece en internet no tiene por qué ser real y todos los datos de identidad que los menores utilizan para darse de alta tampoco tienen por qué ser reales".

Sin embargo, comentó que las investigaciones del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía en Valencia demuestran que el número de problemas graves es bastante bajo, pero, a veces, "pueden suscitar una complicación mucho mayor". Asimismo, afirmó que "los que más han proliferado son los delitos de pornografía infantil".