"Aún recuerdo la Virgen de Consolación bajo un palio sencillo, de color rojo, sin adorno ni bordado alguno, y aunque nunca me he considerado experto en cuestiones esteticistas, tan respetables como, a veces, imprescindibles, no llegaba a comprender cómo esa mirada dirigida hacia una cruz desolada en busca de una explicación, se viese interceptada por un dosel falto de translucidez, que privaba a esa conmovedora mirada de cierto grado de expresividad. Afortunadamente, los dirigentes de la hermandad, hace ya muchos años, decidieron, con acierto, recuperar la iconografía fundamental y desde entonces, constituye una visión subyugante que produce un éxtasis generalizado que suspende momentáneamente el ejercicio de los sentidos, acaparando la atención de forma casi sobrenatural. Yo no veo a la Virgen de Consolación contemplando el santo madero simplemente, yo me la figuro elevando sus ojos hacia el cielo, buscando una respuesta divida a lo que, dada la condición humana, carecería de toda lógica racional".

Estas palabras las he tomado prestadas del pregonero de la Semana Santa de 2010, Fernando Vergel, que aunque yo también me haya reafirmado en esta visión iconográfica en otras ocasiones, en las palabras de Fernando Vergel, vienen hoy cargadas de actualidad por el hecho de que la hermandad recupera la fecha fundacional de 1916. Bueno, aunque ahora se dice que ha sido un descubrimiento por sorpresa, lo cierto es que estos datos ya cayeron en mis manos hace 18 años junto a otros inéditos de las cofradías onubenses, publicados en este periódico o en mi Historia de la Semana Santa de Huelva en 1992.

Desde el primer momento vino a primer término la importancia de estos datos y es que fray Gilberto Blanco decía en 1922 que del año 1900 a esa fecha "por tres veces protectóse organizar una nueva cofradía en Huelva , que hiciese estación en la Semana Santa, tomando como Patrona para ello a la Santísima Virgen de los Dolores, cuya imagen se venera en la iglesia de las reverendas Madres Agustinas". De este tiempo y de esos intentos es importante destacar, y así lo dije en 1992, la existencia de la Cofradía de Nuestra Señora de la Consolación y Correa de Huelva, cuyo reglamento fue aprobado por el Arzobispado de Sevilla en 15 de septiembre de 1916. Pero puede parecer que existiera un vacío entre 1916 a 1921 cuando la cofradía sale en Semana Santa. Pero las palabras del párroco de la Concepción, Pedro Román Clavero, son clarividentes cuando en el informe de la toma de posesión del agustino padre Basilio Fernández, de 1926 señala que como se ha conseguido la permanencia de los agustinos habrá procesión de acción de gracias con Nuestra Señora de la Consolación y entonces dice que "ha sido sustituida la junta de señoras, que regía esta hermandad, por otra de caballeros". Así plantea la continuidad de ambas hermandades, lo mismo que la existencia del sello de la Archicofradía de Nuestra Señora de Consolación en escritos de la cofradía de 1940, siendo el mismo que el de la cofradía fundada en 1916. Pues todo esto y mucho más sobre el planteamiento aquí resumido se puede ver en la Historia de la Semana Santa en las páginas 149 a 152. Por ello hay que felicitarse que ahora el Obispado de Huelva haya admitido para la Agustiniana Hermandad de la Buena Muerte como fecha fundacional la de 1916, sin duda, una forma de culminar aquella investigación.