Semana Santa

El impacto económico de la Semana Santa

  • Tres sectores mueve las cofradías: productores, colaboradores y público asistente

Como si el tiempo se contuviera entre nuestros propios párpados, en un abrir de ellos estamos en Semana Santa. Vuelven a verse las calles bañadas de gente, de pasos, de bandas de música, de ese clímax especial, en el que no faltarán ni las velas ni las flores, en que se desenvuelve una de las citas anuales más importantes entre Huelva y sus tradiciones. Y, siguiendo con el mismo símil, quizás nos preguntemos antes de llegar a la cita quién va a pagar la cena y cómo saldremos de beneficiados de ella.

Por la década de los ochenta Europa comienza a hacerse las mismas preguntas en las citas entre los pueblos y sus tradiciones. Se despierta un interés por cuantificar la capacidad que tienen de generar actividad económica. Se intensifica la voluntad de promover un modelo de desarrollo local en Europa del que también es partícipe su cultura. Entendemos por modelo de desarrollo local aquel que logra optimizar los recursos endógenos para generar empleo, renta y riqueza en el territorio. Pues bien, la Semana Santa es un perfecto ejemplo de cómo la cultura logra beneficiar económicamente al territorio. Ciertamente, si nos detenemos a observar todos los agentes que colaboran en el proceso, es un hecho que resulta fácil de imaginar. Sin embargo, es importante nutrir a las afirmaciones con datos, no sólo para valorar la magnitud del evento, sino porque el análisis es una excelente herramienta para sacar lo mejor de nosotros mismos.

Esto es algo que, en relación con la Semana Santa, la ciudad de Córdoba ha entendido muy bien. La Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba junto con Analistas Económicos de Andalucía elaboraron un estudio sobre los Efectos Socioeconómicos de la Semana Santa en la ciudad de Córdoba (2009), desvelándonos los flujos económicos que se esconde tras las procesiones.

En concreto, el estudio divide a los agentes de la industria de la Semana Santa en tres grupos: los productores, los colaboradores y el público asistente. Entre los productores encontramos a las hermandades y cofradías como eje central. Esta crea, con sus proveedores, la primera red de empleo que está directamente relacionada con la Semana Santa: la artesanía de carácter sacro, el mantenimiento y mejora del patrimonio artístico, el arte gráfico, las cererías, las floristerías, etc. Participando con los productores, encontramos a los hermanos y nazarenos, que no sólo son fuente de financiación para las cofradías, sino que también contribuyen a la creación de empleo con la compra de la indumentaria.

Por otro lado, los colaboradores, que son las administraciones y empresas públicas, contribuyen a la Semana Santa bien con subvenciones, bien con la ampliación de servicios. Concretamente el Ayuntamiento de Huelva colabora con una subvención anual de 40.000 euros.

Por último, encontramos al público asistente, que favorece al sector hotelero y de restauración con un aumento de consumo. Para cuantificar quién era el público asistente y qué consumo estaba directamente relacionado con la Semana Santa, el estudio cordobés recurrió a una encuesta de consumo.

Siguiendo estos pasos, sería interesantísimo saber cuál es el impacto económico de nuestra Semana Santa y hablar, además de lo bonita que es, de cuánto empleo y riqueza nos genera.

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