Voces de Huelva | Entrevista a José Vilaplana, Obispo de Huelva

“La Semana Santa es muy de la ciudad, hay muchos esfuerzos y personas implicadas”

  • "Es más apropiado que el Nazareno vaya por una calle estrecha que por una llena de sillas y vacía de gente”

-Éste es un gran año, con el centenario de la coronación de la Virgen del Rocío.

–Es importante por la coincidencia del jubileo y el centenario de la coronación. Me parece muy importante el lema que se ha escogido: Reina del rocío, caminar con María hacia Cristo. Nos ayudará a actualizar el mensaje del papa San Juan Pablo y hacer que la experiencia rociera tenga muy vivas sus raíces cristianas y devoción auténtica a la Virgen María.

–La magna cofrade no se celebró, aunque sí la rociera. ¿Se prepara otro acontecimiento?

–Los dos acontecimientos extraordinarios que he podido vivir, la magna de la Misericordia y esta rociera, creo que para mi etapa de servicios a Huelva ya es suficientemente significativo. Los acontecimientos extraordinarios no pueden convertirse en ordinarios.

–Este año la dispensa anunciada a la Cofradía del Nazareno por inseguridad está dando mucho que hablar, con respuestas del concejal de Seguridad y del presidente del Consejo. ¿Qué nos puede decir usted?

–Lo diría con unas palabras muy sencillas, tal como lo veo yo. Es una única cofradía la que está en la calle y me parece que es más apropiado que transcurra por calles más estrechas que por una calle ancha llena de sillas pero vacía de gente. Es una precesión mía. El tema de la seguridad, cuando se habló esa palabra, no era una queja contra los servicios de seguridad del Ayuntamiento, de la Policía. Siempre lo interpreté en un sentido global, más bien de un ambiente desangelado, un ambiente poco apropiado. Así es como lo entendí yo y, por eso, me parece bien darle la dispensa.

–¿Con actuaciones como estas no se desautoriza al Consejo?

–No, de ninguna manera. Es uno de los temas que está pendiente para la aprobación de los propios estatutos, de tal manera que no se tenga que recurrir a la dispensas. Se está reflexionando y pienso que se podrá encontrar una solución satisfactoria. De la misma manera que se está buscando una respuesta al Resucitado. Tenemos que reflexionar un poquito más y creo una vez llegado a un consenso, a comprender el significado de por qué hacemos las cosas, introducirlo en los estatutos. Prefiero que se aprueban creando consenso más que por una decisión del obispo, que la puede realizar, pero prefiero aunque cueste más, se tarde más, es mejor que sea por convencimiento.

–En los cofrades se ve bastante crispación, insultos, agresiones… ¿qué está ocurriendo?

–Un problema que hay que resolver es el de los protagonismos y necesitamos poner la mirada en la celebración del misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Si ese es el criterio fundamental, el buscar que esa representación sea digna, pienso que encontraremos los cauces para resolver las cuestiones que vayan surgiendo. Si el problema se plantea en clave de protagonismo personales, es muy difícil resolver las situaciones.

–Frente a esto, la Semana Santa tiene su grandeza...

–A mí me parece muy de la ciudad, porque se nota que toda la semana es Semana Santa. Esta vivencia tiene sus raíces en las celebraciones litúrgicas que no está reñida con la calle.

–¿En esta crisis económica, cómo se puede explicar los grandes gastos en enseres?

–Hay que hacer una llamada al equilibrio, que realmente las cosas se hagan bien pensadas, con sentido, y que en una hermandad pongan sobre el tapete las tres dimensiones que ha de vivir una hermandad: culto, formación y la caridad. Buscando este equilibrio, se encontrarán los criterios adecuados para evitar los excesos y mantener un patrimonio digno.

–¿Cómo armonizar las vísperas?

–En ellas es muy importante el acompañamiento desde la parroquia, para tener la visión de lo que es una cofradía en la iglesia.

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