Crónica

El Cautivo se refugia en La Soledad tras una salida procesional bajo la lluvia en Huelva

  • Sólo El Calvario realiza su estación de penitencia. Las hermandades de El Perdón y Tres Caídas se quedan en sus templos

El Cautivo ante la ermita de La Soledad.

El Cautivo ante la ermita de La Soledad. / Alberto Domínguez (Huelva)

La Hermandad del Cautivo hizo frente a la lluvia y sacó a sus titulares a la calle. La cofradía decidió, a pesar de las inclemencias meteorológicas, salir a la hora marcada, las tres y media de la tarde, de su capilla, e iniciar su procesionar desde su barrio, La Hispanidad, para recorrer las calles de Huelva, después de dos años sin poder salir en procesión debido al coronavirus. Eran muchas las ganas de sacar los pasos y revivir emotivos momentos junto al Cristo Cautivo y a la Virgen de la Misericordia. Tres horas después de abandonar el templo tuvieron que refugiar a los titulares en la ermita de la Soledad. 

El Perdón y Tres Caídas, sin embargo, optaron por no salir en procesión. El hermano mayor de la primera cofradía, José Félix Sequera, explicó que no hacían estación de penitencia por el patrimonio humano, principalmente por los más pequeños, ya que había previsiones de lluvia. La tristeza se reflejó en los ojos de algunos hermanos, había mucha ilusión porque Nuestra Señora de los Dolores saliera por primera vez bajo palio. Tres Caídas pidió una moratoria de dos horas, pero finalmente decidió no realizar su salida procesional. Fuera del Sagrado Corazón de Jesús aguardaba la decisión de la junta de gobierno un gran número de personas bajo los paraguas. Las puertas de la iglesia se abrieron posteriormente para que todo el que quisiera pudiera entrar a ver a los titulares.  

Tras soportar varios chubascos, algunos de ellos intensos, durante el recorrido, fue el fuerte aguacero caído pasadas las seis y diez de la tarde, el que obligó finalmente a la Hermandad del Cautivo a refugiarse en la emita de La Soledad. A las siete de la tarde el paso del Cristo y el paso de palio ya estaban dentro del templo, donde permanecerán hasta las nueve de la mañana del Jueves Santo, que regresarán a su capilla en La Hispanidad. Será la Virgen de la Misericordia la que presida la ermita de la Soledad cuando pase por delante Pasión este Martes Santo.

Los tramos de los penitentes ya se habían reducido considerablemente. Todos los que conforman la comitiva estaban empapados después de avanzar por las calles bajo la lluvia y muchos desistieron de seguir. El cortejo que quedaba se refugió en la parroquia de San Pedro. Las bandas dejaron de tocar desde la Avenida Adoratrices, los músicos se negaron porque se les estaban mojando los instrumentos y también hubo discrepancias de los costaleros del paso del Cristo con los capataces y junta de gobierno, no entendían porque se seguía avanzando. Desde las Adoratrices hasta el cabezo de La Joya cayó un gran chaparrón, al que siguió el fuerte aguacero cuando la comitiva iba por la calle Fray Juan Pérez.

Fue a las tres y veinticinco de la tarde cuando se abrió la puerta de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar y los primeros tramos de penitentes se dirigieron hacia la Capilla del Cautivo. Diez minutos después salió de la capilla la cruz de guía y la comitiva avanzó hacia la calle Alonso de Ercilla, ya bajo la lluvia. En el interior del templo, la primera levantá del Cristo, fue por Pepi y todas las abuelas de la hermandad. A las cuatro menos diez de la tarde, el paso de misterio fue recibido entre aplausos por las personas que se habían concentrado en la Plaza de la Misericordia. 

Una mujer instó a los presentes a cerrar los paraguas, "si Él se moja, nosotros también", pero, justo cuando el titular abandonó la capilla, paró durante unos instantes de llover, y se hizo el silencio sólo interrumpido por la Banda de la Expiración. No ocurrió lo mismo cuando salió de la capilla el paso de palio, la Virgen de la Misericordia empezó su salida procesional bajo la lluvia al son de En el cielo de tu misericordia, interpretada por la Banda de Música Virgen de las Mercedes.  

En el Asilo Santa Teresa Jornet, Mario Garrido y Andrés El Lepe le cantaron saetas a los titulares.

En la Iglesia de Jesús del Calvario, minutos antes de la una de la tarde, tras la eucaristía celebrada por Diego Capado, tuvo lugar la primera levantá del paso de Nuestro Padre Jesús del Calvario, a cargo del oculista Rafael Gil Piña, y del paso de la Virgen del Rocío y Esperanza, que realizó el notario Carlos Toledo, un acto en el que Manuel Batista le cantó saetas a los titulares de la Hermandad del Calvario.

La jornada finaliza con la salida procesional del Calvario. El tiempo mejoró y es la única que ha podido hacer su estación de penitencia. A las nueve de la noche salió la cruz de guía de la capilla ubicada en la calle Jesús del Calvario, en torno a la misma se concentró un gran número de personas.

Diez minutos después el paso de Jesús del Calvario dejó el templo para procesionar por las calles de la ciudad, tras él el paso de palio. Con gran solemnidad y en silencio sólo roto por la música del Trío de Capilla Madre de la Consolación, la cofradía avanza en su recorrido procesional.

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