El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía lanza una serie de consejos para evitar lesiones en los pies ante el sobreesfuerzo al que se someten durante la Semana Santa.

El Colegio Profesional recomienda, a través de su secretario, Antonio Guerrero, comprar el calzado por la tarde, cuando los pies están más hinchados, y acomodarlo días antes para no estrenarlo en las procesiones. Es preferible que sea de suela flexible, gruesa y antideslizante, sujeto al empeine, con contrafuerte y puntera ancha. El tacón no debe superar los 4 y 2 centímetros en mujeres y hombres, respectivamente, así como lavar los pies sin baños prolongados antes de largas caminatas y secarlos muy bien, cortar las uñas rectas y mantener la piel hidratada. "Un calzado o calcetines grandes o demasiado ajustados favorecen la aparición de heridas, ampollas o flictenas, infecciones y también el dolor de pies", explica Antonio Guerrero.

A la hora de formar parte de las procesiones, se aconseja no salir descalzo. En caso de desatender esta recomendación, hay tres aspectos fundamentales: hidratar bien con una crema con un porcentaje adecuado de urea, lavar muy bien al llegar a casa y aplicar algún antiséptico en caso de heridas.

Tanto en los casos de formar parte del cortejo como de asistir como público a las procesiones, "otras prácticas en caso de paradas prolongadas son cambiar alternativamente la pierna de apoyo, realizar movimientos giratorios con cada pie y ponerse a veces de puntillas para reactivar la circulación, así como no descalzarse porque en el caso de tener ampollas será demasiado doloroso volver a acomodar el zapato".