Con solemnidad, seriedad e ilusión se abrieron en las primeras horas de la tarde de ayer, las puertas de la parroquia del Carmen. El diputado mayor de gobierno se acercó hasta ellas y tras darles los golpes tradicionales, dejaron ver la cruz de guía que mostraba el inicio del cortejo. En el interior se oías las saetas y los penitentes comenzaban a salir hacia Antonio Rengel, arteria del barrio que se encarga de despedir a la cofradía e su camino hacia el centro. El magnífico paso empezó a avanzar en el interior del templo, con los sones que marcaba la Banda de la Santa Cruz también situada en la propia parroquia. Antes de su salida a la calle, hubo una levantá protagonizada por Iván Garzón, un niño muy querido en el Prendimiento.

La cofradía del Carmen no se encuentra sola en su largo trayecto hasta el centro, sino que recibe el cariño de los cofrades que se encuentra a su paso. La diligencia de toda la comitiva, hizo que con extrema puntualidad, el Señor del Prendimiento se encontrara a las 20:00 en la Placeta para iniciar la carrera oficial. Un poco antes está La Merced que de manera oficiosa, representa la bienvenida de Huelva a estos decididos y comprometidos cofrades. Al inicio de la carrera oficial, los más veteranos rememoraron que en esta ocasión se cumplían 20 años de que se realizara la primera estación de penitencia.

La desaparición de los pequeños onubense Ruth y José tampoco pasó desapercibida para Prendimiento. Los monaguillos llevaban lazos verdes en sus cestas, a petición de la familia de los niños. La portavoz de ésta, Esther Chaves, sugirió esta idea a un hermano de la cofradía. En un principio se habló de que el paso luciera un lazo verde esperanza, aunque al final se optó por los lacitos en las canastillas.

El imponente paso fue recibido en el barrio con el mismo respeto con que fue despedido por unos vecinos que lo sienten suyo.