Es una hermandad mercedaria y la catedral es su hogar. Sus tres pasos, cargados de historia y devoción brillaban en el interior del templo. Allí durante todo el Jueves Santo, recibieron sendas visitas institucionales, como la del presidente de la Diputación. No hay que olvidar que la imagen del Buen Viaje es propiedad de la Corporación provincial. También la hermandad realizó un homenaje a Miguel Ángel Quintero, por sus muchos años como costalero de Las Cadenas.

Ya por la tarde, la lluvia adquirió un protagonismo indeseado. La Merced no abrió sus puertas a las 20:00 como estaba previsto, sino que una hora después tras acogerse a la moratoria. Cinco minutos antes de las 21:00, la junta de gobierno hizo pública y oficial la decisión de su salida, lo que fue recibido con alegría por los presentes que se tuvieron que quedar en el interior de la catedral el año pasado por la inclemencias meteorológicas.

Tanto el templo como los patios de la Facultad de Empresariales vibraban de actividad momentos antes de que los nazarenos fueran llamados para incorporarse al cortejo. Antes de que los titulares llegaran al porche catedralicio, una vez abiertas las puertas del templo, se realizaron sendas levantás a cargo de José Solano (Cadenas), José Antonio Sánchez Pallarés (Buen Viaje) y el grupo de camaristas de la Virgen (palio).

Ver a Judíos en la calle es presenciar pura historia. La cofradía imprime respeto en el Jueves Santo y lo transmite en su paso por la ciudad. Es digno de mención el Señor del Buen Viaje, objeto no hace mucho de una restauración y dotado de características únicas en la Semana Mayor onubense.

La salida por el porche proporciona a la comitiva una perspectiva cargada de estética y recogimiento. Antes de abandonarlo, la decana de la Facultad de Empresariales, Asunción Grávalos realizó una ofrenda floral al palio de María Santísima de Los Dolores y el rector hizo una levantá.