Coronavirus

La pandemia reduce en un 60% las intoxicaciones por alimentos

Variedad y calidad en La Dehesa del Marisco.

Variedad y calidad en La Dehesa del Marisco.

Las toxiinfecciones son enfermedades de transmisión alimentaria ocasionadas por el consumo de alimentos contaminados por agentes de origen biológico (infección) o químico (intoxicación).  Este fenómeno aumenta masivamente con la llegada del verano. Las altas temperaturas, la ingesta de alimentos con mayor riesgo de causar toxiinfecciones como el marisco o el pescado crudo, las comidas más frecuentes fuera de casa o la falta de higiene, aumentar el riesgo de proliferación de bacterias patógenas. Ahora, tras más de un año de convivencia con la pandemia, el coronavirus ha traído la primera buena noticia para la salud: la reducción en un 60% de las toxiinfecciones alimentarias.

La Consejería de Salud y Familias ha informado en una nota de prensa de que la pandemia de la covid-19 ha influido notablemente en la reducción de las enfermedades transmitidas por los alimentos, ya que en 2019 se produjeron 248 brotes y 101 en 2020, lo que ha supuesto una clara reducción del 60 %, , según un estudio del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA) de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.

Como consecuencia del descenso en declaración de brotes, todas las variables de estudios han sufrido cambios significativos respecto a la evaluación del 2019. El número de afectados en 2020 ha sido de 829 frente a los 3585 que lo fueron en 2019. Del total de afectados fue necesaria su hospitalización en 26 personas, la mayoría de la provincia de Sevilla.

En 2020 los brotes han seguido un patrón estacional poco habitual, ya que, a diferencia de otros años, en octubre se produjo una disminución en los brotes y una subida notoria en diciembre coincidiendo, probablemente, con la flexibilización de las medidas anticovid.

Las enfermedades transmitidas por alimentos tienen un fuerte componente estacional, debido a la elevación de las temperaturas que permiten la proliferación microbiana y el mayor consumo realizado fuera de los hogares y frecuentando los establecimientos públicos, por ello hay que tener en cuenta medidas preventivas como preparar las comidas con la mínima antelación, refrigerarlas lo antes posible o mantener limpias las superficies.

Si atendemos a los datos sobre el lugar de preparación del alimento vehículo destacan: domicilios particulares con 22 brotes, restaurantes con 22 brotes también, seguidos de bares/cafeterías (20) y establecimientos alimentarios; pequeños comercios minoristas, pescaderías, pollería, etc (17). La salmonelosis continúa siendo el agente causal más frecuente en los brotes seguido de Norovirus como agente patógeno causante de muchos de los brotes.

Los alimentos más comunes confirmados y no confirmados fueron los huevos, pescados, mariscos y moluscos bivalvos, además de las carnes, productos cárnicos y salsas, mientras que, a diferencia de otros años anteriores, las tartas y pasteles han disminuido significativamente.

Para evitar la proliferación en estos meses, sobre todo julio y agosto, se recomienda no caer en errores como: la conservación de alimentos a temperatura ambiente, preparación de alimentos con excesiva antelación, mala limpieza de utensilios de cocina, contaminación cruzada en la cocina, refrigeración insuficiente de los alimentos o manipuladores portadores de infección.

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