Son comunmente conocidos los rituales más que cuestionables llevados a cabo en ciertas zonas de África cuando las niñas alcanzan la etapa considera de ''madurez sexual''. A los ritos de iniciación, entre los que destacan el adiestramiento sexual o la mutilación genital, se une ahora la aplicación de plantas con propiedades antiinflamatorias y antisépticas para alargar hasta 5 cm los labios menores de la vagina. 

Este procedimiento es antiguo en África. Es practicada entre los San (una de las culturas más antiguas del mundo), los Ju'Hoansi San, establecen que el objetivo de las relaciones sexuales es que cada pareja alcance el orgasmo sexual. Las mujeres de Ju'Hoansi tienen una concepción clara del orgasmo femenino, y muchos dicen que las obtienen con regularidad.

La práctica, más común en zonas como Ruanda, consiste en un proceso mediante el cual una chica en etapa de pubertad tira suavemente hacia afuera de su labios menores (lejos de su cuerpo) mediante la aplicación de la fuerza en ellos durante unos diez minutos. La modificación corporal de los genitales se suele hacer de manera manual con ayuda de unas hierbas especiales que se pueden encontrar  en los arbustos de Ruanda. El resultado está orientado a que, después de un tiempo, la forma general permaneciera sin cambios, pero estos acabaran sobresaliendo hacia abajo, como un alargamiento definitivo de los labios vaginales.

Además, también se usa para crear simetría si los labios son desiguales y , sobre todo, para que sean  para proporcionar una mayor gratificación sexual. La gukuna imishino propicia la eyaculación femenina. Así, esta práctica se realiza para crear más placer para la mujer durante las relaciones sexuales; los labios más grandes son más fáciles de encontrar / tocar y pueden cubrir una mayor parte del pene para experimentar un mayor placer sexual para ambos miembros de la pareja.