Ana Laura Ortega / Presidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica

“Cualquier paciente debe tener las mismas oportunidades viva donde viva”

  • La primera mujer que preside esta sociedad científica pone en valor a los médicos más jóvenes

  • La humanización de la asistencia es el caballo de batalla de la nueva Oncología

La doctora Ana Laura Ortega es responsable de Ensayos Clínicos e Investigación en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Jaén

La doctora Ana Laura Ortega es responsable de Ensayos Clínicos e Investigación en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Jaén / Juan Carlos Muñoz

Es la primera mujer que preside la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) y la más joven. Desde que asumiera el máximo cargo de esta sociedad científica, ha demostrado su voluntad por pensar en las nuevas generaciones de oncólogos y por Jaén, su tierra natal, a la que está “poniendo en el mapa”. Especialista en cáncer de pulmón, su labor -dicen- la está convirtiendo en una de las futuras líderes a nivel nacional.

-¿Qué ha visto cambiar en dos años como presidenta de SAOM?

-Queríamos poner el foco en la investigación, que es una de las partes importantes en nuestra trabajo asistencial. Si bien es lo que nos permite mejorar y está presente en todas las especialidades, en Oncología es algo que forma parte de la asistencia y de nuestra labor del día a día.

"Antiguamente muchos colegas jóvenes tenían que irse fuera para seguir su desarrollo profesional”

-¿En qué se hace eso visible?

-Para poner en valor la investigación que hacemos en Andalucía, hay que subrayar que participamos en más de 400 ensayos clínicos. Además, nuestros servicios desarrollan más de 250 proyectos de investigación propios.

-¿Cuáles han sido sus otras prioridades hasta la fecha?

-La intención desde que empezamos era también poner en valor el papel de la humanización, que es algo de lo que se habla mucho en nuestro sistema sanitario, pero queríamos hacer algo concreto. Y otra prioridad para mi era poner en valor el trabajo de los oncólogos jóvenes.

-¿Cómo es el perfil de esas nuevas generaciones?

-La media de los oncólogos andaluces es de entre 35 y 38 años de edad y son gente que, hace algunos años, tenían que ir fuera de Andalucía para seguir su desarrollo profesional. Sin embargo, en los últimos años han podido quedarse en Andalucía y seguir continuando su tarea. De hecho, algunos han vuelto después de haber estado fuera de Andalucía, o incluso fuera de España. Son imprescindibles en nuestro día a día y, aunque tenemos muchos oncólogos muy consolidados, hay que reconocer y darle espacio a esa gente joven que son, no el futuro, sino el presente de la oncología. Lo tenemos presente en la organización de nuestros cursos y actividades y hemos aumentado el número de becas de investigación para que desarrollen sus trabajos.

"En los cuarenta años de vida que tiene nuestra especialidad la supervivencia global se ha duplicado”

-¿Existen diferencias generacionales entre los especialistas?

-En general, todo ha mejorado mucho. Nuestra especialidad nació a partir de la Medicina Interna, pero hemos experimentado una evolución enorme hacia tratamientos más personalizados. Los oncólogos jóvenes están excelentemente preparados. La formación MIR ha ido mejorando y creciendo a la par, en cuanto a la biología molecular, el seguimiento y el tratamiento de los tumores.

-¿Cómo describe la evolución de la especialidad?

-El dato más significativo es que en los cuarenta años de vida que tiene nuestra especialidad la supervivencia se ha duplicado. En cualquier hospital andaluz podemos ofrecer tratamientos y participar en ensayos clínicos igual que el mejor país del mundo occidental.

-Y la citada apuesta por la humanización, ¿en qué se traduce?

-El Servicio Andaluz de Salud tiene un Plan de Humanización específico pero desde Oncología queríamos ir un poquito más allá. Hemos puesto en marcha una beca para la mejora de las salas de espera de los servicios de Oncología de Andalucía. Pronto sabremos qué proyectos han sido seleccionados y convocaremos más becas en este ámbito.

-¿Humanizar la asistencia pasa por tener una relación más cercana con los pacientes?

-Con los pacientes se establece una relación que, para mí, es la parte más interesante de nuestra especialidad. No es solo sobre el tratamiento que se prescribe, sino todas aquellas circunstancias y aspectos que afectan a quiénes están pasando o han pasado por una enfermedad tumoral. Antes, en algunos casos, la supervivencia era de poquitos meses y ahora es de muchos años. Eso hace que surjan nuevas necesidades.

-¿Cuáles son esas necesidades y cómo se pueden cubrir pese a tener poco tiempo en consulta?

-Es cierto que el volumen de pacientes es importante, pero luego es verdad que dentro de los servicios de Oncología cada vez apostamos más por esa personalización en la asistencia. También esto es un trabajo de equipo. El papel de las enfermeras es fundamental y es clave para dar respuestas y consejos sobre aspectos que afectan a la calidad de vida. Cada vez contamos con más evidencia que nos ayuda a abordar temas como la alimentación o el ejercicio físico. También podemos incidir en otras actividades preventivas. Por ejemplo, conocemos mejor el papel de la vacunación en los pacientes que tienen o han tenido un cáncer.

- Estando en Jaén, ¿Cómo contribuir a vertebrar la asistencia?.

-Sin duda trabajar en favor de la equidad es una parte fundamental y está claro que, como profesionales, uno de nuestros objetivos es que cualquier paciente tenga las mismas oportunidades viva donde viva. Las ratios han disminuido, pero hay margen de mejora aún para que se consolide la equidad.

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