Recreativo

La lacra de la presión de los padres

  • Tanto Enrique Escalante como Juan Antonio Zamora lamentan el efecto negativo que con frecuencia ejercen los familiares sobre los niños con su exigencia 

Zamora y Enrique Escalante posan con el polo obsequio de Gañafote a los invitados.

Zamora y Enrique Escalante posan con el polo obsequio de Gañafote a los invitados. / Josué Correa (Huelva)

Tanto Escalante como Zamora son conocedores del trabajo deportivo en la base, con sus fortalezas y sus flaquezas. El debate derivó hacia el papel de los padres en la formación deportiva de sus hijos. El coordinar de la cantera recreativista confiesa que “el mayor problema del deporte base somos los padres” porque “vemos en nuestros hijos una proyección de lo que nos hubiese gustado ser a nosotros o les metemos una enorme presión y se nos olvida que la prioridad debe ser divertirse y ser mejores personas gracias a los valores que transmite el deporte”. Lamenta que a veces “sería preferible educar primero a los padres porque he tenido casos de alguno que venía a darme las quejas o llevarse al niño porque jugaba poco y luego le preguntabas al niño y te decía que estaba encantado con sus amigos, que no le echase cuenta al padre”. Como respuesta a todo ello, “esta temporada hemos cerrado los entrenamientos a los padres que es algo que en mi etapa en el Real Madrid se hacía y creo que es muy positivo”. Escalante asiente. “Es algo que en el baloncesto también vivimos. Los padres no entienden que la prioridad de un niño es hacer deporte, disfrutar y aprender y que llegará el que tenga que hacerlo y trabaje más duro, porque a veces quien tiene unas condiciones naturales no las desarrolla porque no se le fomenta el hábito de trabajo”. Lamenta Zamora que el deporte base “se ha vuelto demasiado competitivo y muchos por el camino han perdido la labor formativa que debe tener”. Bromea con que “si compitiésemos igual para que nuestros hijos estudiasen igual todos serían ingenieros”.

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