RESUMEN DEL AÑO | RECREATIVO

Otro año de sufrimiento y esperanza

  • El Ayuntamiento intervino tras dos procesos de venta frustrados para garantizar el futuro del club

  • El sueño de jugar la liguilla sigue vivo

Aficionados del Recreativo celebran la aprobación en pleno de la aportación municipal de 3,8 millones para el plan de rescate del club albiazul.

Aficionados del Recreativo celebran la aprobación en pleno de la aportación municipal de 3,8 millones para el plan de rescate del club albiazul. / Josué Correa (Huelva)

La llegada del nuevo año llega cargada de ilusión para el recreativismo después de que la luz apareciese en los últimos días del ya pasado 2018. La aprobación en pleno de una inyección económica de 3,8 millones de euros el pasado 27 de diciembre ha hecho que el futuro del Decano pase a ser mucho más halagüeño, pero 2018 no fue un año fácil para el Recre, ni en lo deportivo ni en lo institucional.

El año comenzó con movimientos en el mercado de invierno que propiciaron, entre otras, la salida del canterano Antonio Domínguez con rumbo a Valladolid. Las llegadas de Iván Agudo o Natalio no mejoraron el rendimiento de un equipo que en febrero vivió la segunda destitución de su técnico en lo que iba de temporada. Ángel López, que había sido segundo de Casquero, cesó de su actividad y las riendas del equipo las cogió César Negredo, que había formado parte del cuerpo técnico desde el arranque del ejercicio. Con el madrileño al mando el Recre sufrió para lograr la permanencia matemática, algo que consiguió en el mes de mayo tras empatar en casa ante Las Palmas Atlético (1-1) y ver como otros resultados le favorecían.

Sin llegar a alcanzar la calma porque los impagos a plantilla y trabajadores se siguieron sucediendo en los primeros meses del año, el Recreativo ganó en tranquilidad tras desbloquear sus cuentas después de cuatro años de embargo al llegar a un acuerdo con la Agencia Tributaria. El Consistorio, como propietario del club albiazul, aprobó en pleno la aportación de 7,5 millones de euros para llegar a un nuevo acuerdo con Hacienda y acercar al Decano a la normalidad. En el plan del Ayuntamiento estaba fijada la venta del club para la que se fijó un pliego de condiciones a finales del mes de mayo.

La empresa Zephir Homes, con la presencia de Francisco Mendoza, fue la adjudicaría de la venta, mientras que Krypteia Capital también acudió a la puja, pero su oferta fue desechada. A pesar de contar con la aprobación de la Mesa de Contratación, Zephir no acudió a la firma en notaria tras entender que se le había ocultado información y que no se había resuelto la relación contractual con Eurosamop. Ello obligó al Ayuntamiento a confeccionar un nuevo pliego de condiciones al que solo acudió Krypteia Capital, pero la Mesa de Contratación rechazó por segunda vez su tentativa.

El club tuvo que seguir trabajando en lo deportivo, cerrándose la llegada de José María Salmerón y confeccionando una plantilla nueva casi en su totalidad, en la que no figuraba Antonio Núñez, que recibió un merecido homenaje en el Nuevo Colombino semanas después. Tras un buen arranque, la plantilla comenzó a quejarse en noviembre de la falta de recursos y de los impagos, aunque siguió esforzándose al máximo, cerrando el año cerca de los puestos de liguilla de ascenso. El plan de rescate del Ayuntamiento con el Pleno Extraordinario y la nueva composición del consejo tras la junta de accionistas cerraron el año.

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