El Recreativo llegó al pasado mercado invernal con todas sus licencias para mayores de 23 años ocupadas, por lo que la dirección deportiva del Decano tuvo que buscar algunas salidas para poder reforzar la plantilla. Curiosamente, y después de que varios jugadores caminaran por la rampa de salida, fueron los dos exjugadores que llegaron a Huelva en verano procedentes del recién descendido El Ejido los que volvieron a hacer las maletas en busca de un nuevo lugar en el que echar raíces. El centrocampista Sergio Jiménez y el extremo Alfonso fueron los dos futbolistas que buscaron continuar su carrera lejos del Nuevo Colombino.

El mediocentro murciano fue una auténtica decepción. Hombre de confianza de Monteagudo, su nivel dictó mucho del que se esperaba de él. El técnico aún conservaba en su retina el rendimiento que le ofertó en Cartagena y que ayudó al cuadro departamental a ser campeón de Liga. En Huelva su camino fue tormentoso, ya que quedó señalado desde el principio por su falta de velocidad en un equipo que sufría mucho en las transiciones y con laterales de largo recorrido que le obligaban a caer en numerosas ocasiones a banda. A todo ello hay que sumar que su comienzo como albiazul fue desafortunado, siendo expulsado en San Fernando antes de que acabara la primera mitad del encuentro.

Así, Sergio Jiménez encontró acomodo en otro clásico del fútbol nacional, el Hércules. El combinado alicantino pasa por apuros clasificatorios e institucionales y de su acierto en el mercado invernal iba a depender, en buena medida, que tuviera opciones reales de permanencia. Así, el expivote albiazul fue recibido en el Rico Pérez con los brazos abiertos y entró en el once inicial casi sin deshacer las maletas. Jiménez disputó su primer partido completo ante el Atlético Levante en una nueva derrota de los blanquizules (1-3). Ocupó el banquillo en la jornada siguiente en la salida a Sabadell (1-2), en la que solo jugó 13 minutos, pero retornó a la titularidad en Orihuela (1-0), pero fue sustituido en el descanso. La derrota le costó el puesto a Vicente Mir, llegando a la banqueta alicantina su quinto entrenador de la campaña, Antonio Moreno.

Después de no entrar en los dos primeros partidos con Moreno al mando, Sergio Jiménez tuvo una nueva oportunidad ante el Andorra, pero también fue sustituido en el descanso, quedándose sin participar en el último encuentro que disputó el Hércules antes del parón por el coronavirus.

Al Grupo III se marchó también Alfonso para comprometerse con el Ebro. El extremo zurdo fue una de las sensaciones del arranque liguero del Decano, pero las lesiones y su escasa tolerancia al dolor acabaron precipitando su salida de Huelva. En el combinado aragonés, con menos presión que en el Nuevo Colombino, ha sido capaz de mantener una cierta regularidad en sus participaciones, jugando, por primera vez en lo que va de campaña, cinco encuentros de manera consecutiva.

Alfonso fue suplente en sus tres primeros partidos como jugador del Ebro, saliendo desde el banquillo ante el Ejea en casa (20 minutos), ante el Prat fuera (14) y ante el Villarreal B (29), pero luego se hizo con un lugar en el once de Manolo Sanlúcar. Disputó más de una hora ante Atlético Levante y Hércules, pero cuando estaba recuperando su mejor versión la competición se paralizó.

Teniendo en cuenta el rendimiento ofertado por José Carlos y Alberto Martín, hasta su lesión, se puede valorar como positivo el intercambio de piezas que realizó el Decano en el mercado invernal, aunque iba a ser la recta final del campeonato la que lo confirmara.