Lo que tiene la victoria es que es un arma de doble filo. Por un lado, da confianza, pero, precisamente, ahí está el peligro. El triunfo lleva a la vanidad y la vanidad termina desembocando en la relajación. El Recreativo está lo suficientemente concienciado como para no creerse lo que no es porque el mensaje de su cuerpo técnico es que la guerra se va a ganar batalla a batalla.

El Decano salió victorioso de la trampa del Utrera en Los Palacios y no tuvo que emplearse demasiado a fondo para dejar en la cuneta al Ceuta B, pero lo que le espera no es nada parecido. El Ciudad de Lucena es el tapado del Grupo X. Lo es porque es el rol que ha asumido desde el principio. Su entrenador, Dimas Carrasco, lleva semanas trabajando en el partido ante el Recreativo, ya que ha señalado al Decano como claro favorito al ascenso, en lo que ha sido una estrategia para rebajar la presión de su equipo y colocar toda la responsabilidad en el lado albiazul.

Lo bueno es que la plantilla recreativista sabe desde el minuto uno que será el rival a batir y que en el momento que pisó la Tercera RFEF le recogieron todas las alfombras rojas. El Ciudad de Lucena tratará de convertir el encuentro en una tela de araña, siendo el primer rival oficial del Decano en la presente campaña que opositará a quitarle el dominio del balón al Recre, al que tratará de asfixiar con una presión alta.

No obstante, Alberto Gallego es como el hombre de las mil caras y su plan también dictará radicalmente de lo que expuso en las dos primeras jornadas. Se avecina otra revolución en el once inicial, lo que puede acompañarse en parte con la idea que tiene el preparador ilerdense para los encuentros que se jueguen lejos del Nuevo Colombino, en los que el combinado albiazul partirá con dos referentes ofensivos. Quizás también aproveche Gallego el aspecto motivacional que puede suponer para Juan Delgado volver a la que fue su casa en la pasada campaña.

Más allá de dibujos y alineaciones, el partido tiene mucha más importancia de la que se podría esperar para un encuentro de la tercera jornada. El Recre tiene ante sí la posibilidad de firmar su mejor arranque liguero desde hace mucho, pero lo reseñable de una hipotética victoria es que los rivales comenzarían a tener que alargar el cuello para encontrar al Decano, que terminaría de erigirse en una divinidad. Todo lo contrario mantendría al Recre en lo humano y haría ver a los rivales que no es tan fiero el león como lo pintan.

No diferirá el ambiente de la importancia del partido. Ni siquiera la postrera hora del envite (18:30) ha detenido a la afición albiazul que volverá a pegarse tres horas de carretera a la ida y otras tres a la vuelta para que más de 400 personas acompañen al Recreativo en un nuevo paso por el limbo, suprimiendo la ventaja del equipo local. Un ejército que bien merece otra alegría.