La playa de Punta Umbría una de las favoritas este finde para sofocar el calor
Risas, saltos, gritos, golpes de pelotas y buceo en la orilla han sido la banda sonora durante estos días
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Huelva atraviesa una ola de calor que presumiblemente va a durar varios días lo que ha impulsado que las playas se hayan llenado de personas que han querido sofocar las altas temperaturas de este fin de semana con un refrescante baño. En Punta Umbría, como en tantas otras playas de Huelva, el verano no se mide por el calendario, sino por el sudor, el sonido de las olas y las comidas que se alargan hasta la merienda. En la mañana, la brisa marina se ha convertido en un alivio pasajero, pero no ha bastado para apaciguar la sensación de bochorno, empujando a muchos a pasar el día entero junto al mar.
Desde temprano buscar aparcamiento en las calles cercanas a la playa de este municipio ha sido todo un reto estos días, muchos de ellos se han resignado a dejarlo a pleno sol, lamentándose más tarde de su elección. Las zonas de sombra se han cotizado como el oro, y quienes consiguieron una plaza privilegiada no tardaron en presumirla en cuanto han tenido ocasión como una pequeña victoria del día.
En la orilla un mar de sombrillas ha llenado la arena haciendo que buscar un hueco para un grupo grande de personas se convirtiese en un desafío. Con la impaciencia de la niñez muchos pequeños se lanzaban de un salto al agua nada más soltar sus cosas. Risas, saltos, gritos, golpes de pelotas y buceo en la orilla han sido la banda sonora durante estos días en Punta Umbría. Las olas eran una invitación al juego perpetuo y no faltaron castillos de arena que resistieron heroicamente hasta que la marea decidió reclamarlos.
Unos metros más adentro en el mar las tablas de paddle surf han vuelto a ser las protagonsitas un verano más. Niños y adultos motaban las tablas que bailaban sobre la superficie. Algunos más experimentados se deslizaban con destreza manteniéndose de pie, incluso con acompañantes sentados, mientras otros aprovechaban para iniciarse con movimientos temblorosos entre carcajadas y caídas al agua que han sido bienvenidas para hacer frente al sofocante calor.
Tras tanto ejercicio la mejor forma de descansar es bajo la sombrilla comiendo algo del variado menú de las neveras a rebosar. No han faltado tortillas, sandías, lomos empanados y latas frías de refresco y cerveza que han sido los ingredientes perfectos para una comida y merienda que a algunos les ha sabido a estrella michelín. Cada grupo desplegaba su banquete particular entre conversaciones animadas, partidas de cartas y cabezadas fugaces sobre la toalla.
Algunas de las reuniones bajo la sombrilla se han alargado hasta que el sol dejaba de calentar, momento del día que parecía que no iba a llegar. Pero aunque el calor no era tan intenso, no ha hecho que se vaciase la playa. Las sombrillas permanecían en sus sitios, las neveras seguían manteniendo frías las bebidas y la escasa comida que quedaba y los niños volvían al agua con la energía renovada tras volver a echarse crema.
Y cuando por fin han tenido suficiente playa, las familias y grupos de amigos comenzaban a recoger a ritmo lento. Abandonaban la playa con arena en los pies, en la ropa, en las mochilas. Por las calles cercanas a la playa detsacaban la piel quemada y las sonrisas saladas que dejaban ver esa sensación de haber vivido un día completo, pleno, como solo el verano en Huelva sabe regalar.
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