El cierre perimetral de la provincia de Huelva y la ausencia de desfiles procesionales como consecuencia de la pandemia de coronavirus han propiciado que los onubenses hayan vivido este año una Semana Santa sin precedentes y totalmente desconocida hasta ahora, durante la que muchos han aprovechado los días festivos para redescubrir en algunos casos, y descubrir en otros, su propia provincia.
A pesar de que el tiempo no ha acompañado, especialmente durante los primeros días festivos, muchos han optado por uno de los clásicos: disfrutar del litoral paseando por alguna de las playas de la provincia, tomando el sol entre nube y nube; pescando bien desde la orilla, bien desde una embarcación; o dándose el primer chapuzón del año en el mar en el caso de los más valientes, ofreciendo este entorno en esta ocasión como principal novedad la ausencia de cualquier tipo de aglomeración al no haber estado permitida la entrada en la provincia de foráneos.
Se da la circunstancia de que en lo climatológico, uno de los mejores días de la Semana Santa fue el de ayer, jornada en la que muchos onubenses aprovecharon tal circunstancia para pasar un relajado día bajo la sombrilla, o en la terraza de algunos de los muchos chiringuitos playeros que estos días han abierto sus puertas en un intento de recuperar una normalidad que no termina de llegar, pero sobre todo con la vista puesta ya en la inminente temporada estival.
Según el vicepresidente del Consejo Empresarial de Chiringuitos de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) y presidente de la Asociación de Chiringuitos de Punta Umbría, Manuel Bernal, el 90% de estos establecimientos del litoral de Huelva han estado abiertos "a la expectativa" de ver el comportamiento de la ciudadanía de la provincia y con la "incertidumbre" derivada de las restricciones impuestas por la pandemia, aunque confiados en que los onubenses "acudan a las playas".
De este modo el sector esperó casi a última hora para tomar decisiones con respecto a la apertura, sobre todo con la mirada puesta en las previsiones meteorológicas, que mejoraron a lo largo del fin de semana, por lo que muchos incluso han rescatado a trabajadores en ERTE para reforzar sus plantillas estos días.
Para lo que resta de primavera, una vez preparadas las instalaciones de sus establecimientos, la intención de algunos es continuar abriendo durante la semana, aunque otros muchos abrirán, en principio, solo durante los fines de semana.
Por su parte, los hoteles del litoral onubense han permanecido cerrados en buena parte este año. En este sentido, según detalló en los días previos a la Semana Santa el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo de Huelva (CETH), Rafael Barba, la provincia ha contado con entre 2.500 y 2.700 plazas hoteleras abiertas, apenas un 10% del total, ya que las restricciones hacen que "no haya demanda", a lo que añadió que, de seguir así, si las previsiones de reapertura de los hoteles estaban fijadas para el mes de junio, finalmente se podría estar hablando ya del mes de julio porque a su juicio "la temporada estival no pinta nada bien".
Por el contrario, señaló que sí se encuentran abiertos los paradores, los hoteles de la capital y la oferta de hoteles rurales en el entorno de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, así como en torno a un 70% del total de las plazas de los campings, los cuales según el secretario del CETH están en la misma situación que los hoteles, ya que los clientes que pueden recibir ahora son los de "larga estancia" o los de cercanía de la provincia.
Finalmente, el sector hostelero de la provincia de Huelva tenía previsto facturar esta Semana Santa un 52% menos que en "circunstancias normales", debido sobre todo a que la pandemia ha impedido los desfiles procesionales y a la prohibición de la movilidad entre provincias. Un dato que, según Barba, supone "una auténtica tragedia" para el sector, aunque se trata de un dato "estimativo", ya que queda hacer un balance final.
En este sentido, hosteleros de El Portil y Nuevo Portil, dos de los destinos costeros más frecuentados por los onubenses, señalaron ayer a Huelva Información que la Semana Santa ha estado "bastante floja" y que no se han cubierto las expectativas.
Visitas al interior
El otro gran destino onubense, el de interior, inició la Semana Santa con mejores expectativas. De hecho, a diferencia con los hoteles de la costa, la oferta de alojamientos rurales en el entorno de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche sí ha estado abierta los pasados días festivos y, a falta de un balance de ocupación final, han sido muchos los onubenses que han optado por hacer actividades como senderismo por las numerosas rutas con las que para ello cuenta el interior de la provincia.
De hecho, durante la Semana Santa el alcalde de uno de los municipios serranos más importantes desde el punto de vista turístico como es Santa Ana la Real, José Antonio Ramos, afirmó que las expectativas eran "buenas" ya que, pese a que las restricciones impiden la llegada de turistas de otras provincias, confiaba en que los onubenses se acercarían a disfrutar de los paisajes y de la extensa red de senderos.
Por su parte, el alcalde de Aracena, Manuel Guerra, remarcó que, al no permitirse la movilidad entre provincias, la ocupación sería "muy limitada", ya que habitualmente la mayor parte de los visitantes de la Sierra proceden de Sevilla, otras provincias de Andalucía, Extremadura e incluso Madrid o Cataluña.
En este sentido indicó que, por ejemplo, las reservas para recursos turísticos municipales como la Gruta de las Maravillas eran "reducidas" de cara a la Semana Santa.
Tras remarcar que las casas rurales son "la opción preferida" en esta situación de pandemia, Guerra recordó que esto también se vio el pasado verano, cuando este tipo de establecimientos turísticos tuvieron "una demanda con niveles más significativos que otros destinos".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos y Establecimientos Hoteleros (Aloja Huelva), integrada en la FOE, Diego Pérez Barroso, aseguró que la situación es "complicada" y que la actividad del sector sería "casi nula", si bien añadió que "los alojamientos rurales pueden salvar un poco la ocupación" sobre todo en la Sierra.
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