La cadena Kaizen Hoteles ha comunicado el cierre temporal de La Malvasía, situado en el Rocío, y Casa Palacio María Luisa en Jerez, así como los restaurantes T22 y Laboca. "El cierre es obligado debido a las nuevas medidas impuestas por el Gobierno Autonómico en vigor desde el día 10 de noviembre" han explicado.

Y es que según la cadena, la nueva normativa que se aplica al sector turístico es "un cierre obligado encubierto, ya que el encierro de los municipios, la obligatoriedad de cerrar la restauración a las 6 de la tarde y el toque de queda a las 22:00 hacen que las posibilidades de ingresos sean prácticamente inexistentes, al tiempo que, al no cerrar los hoteles directamente, el gobierno se desentiende del pago de impuestos, IBI, IAE, tasas, seguridad social (de los porcentajes que aún se aplican), arrendamientos, gastos financieros y otros costes inherentes a la  actividad empresarial que seguimos obligados a pagar, lo que hace imposible el mantenimiento de dicha actividad".

Todo esto, además, "viene a terminar de agravar una situación que viene ya muy perjudicada de las medidas tomadas durante los pasados 8 meses". A pesar de todo, desde Kaizen Hoteles se sienten "privilegiados" ya que tienen capacidad para aguantar "hasta nuestra próxima reapertura, incluso de continuar con la construcción de nuestros dos proyectos, el primero, la ampliación de La Malvasía y el segundo, un nuevo hotel en el corazón de Sevilla, que se llamará Don Ramón".

Mientras tanto, buscarán la mejor fecha para reabrir, "dependiendo de cada nueva medida", desde la cadena son conscientes que "otros hoteleros y restaurantes estarán dando vueltas a la cabeza para ver si podrán abrir de nuevo. Desgraciadamente algunos, muchos, no podrán hacerlo nunca más". En esta línea, han querido denunciar la situación "muy crítica por la que está pasando el sector. Tal vez no lo acaben de entender así aquellos que están imponiendo las normas, políticos, funcionarios e incluso pensionistas, estos que, por fortuna, tienen asegurado su sueldo a final de mes, pero hay que pensar en los miles de familias que dependemos de nuestra actividad para obtener ingresos con los que mantenernos".

Así, desean que se tengan en cuenta "a estos millones de trabajadores, autónomos y empresarios cuando se decidan nuevas medidas, que ojalá sean más quirúrgicas en el futuro, entre otras cosas porque los sueldos de los antes nombrados políticos, funcionarios y pensionistas dependen de los impuestos de lostrabajadores y empresas en activo". Por último desean "poder volver a tener la alegría de acogerles y servirles a todos muy pronto en nuestros hoteles y restaurantes"