Una avería en una línea particular deja sin luz a 1.500 usuarios
Tras cinco horas de apagón, los establecimientos afectados denuncian pérdidas importantes
La ola de calor fue más sofocante ayer en el centro de Isla Cristina que en ningún otro municipio de la provincia por haber sufrido 1.500 usuarios un apagón de luz. El corte dejó fuera de servicio cualquier aparato que pudiera aliviar las altas temperaturas y sumó perdidas en hogares y establecimientos al inutilizar frigoríficos y congeladores.
La compañía Sevillana-Endesa explicó que la avería ocurrió en una línea particular y que afectó a la subestación del municipio, concretamente a buena parte de las calles del centro del pueblo. La empresa detectó el problema a las 17:47, aunque los vecinos empezaron a sufrir cortes desde las 16:00. A los 19 minutos, el 36% de los clientes había recuperado el suministro y a los 69 minutos de producirse la avería ya tenían luz el 98%. Cerca de las diez de la noche, tras cinco horas de corte, quedaba un 2% sin suministro.
La indignación se apoderó de la localidad. Los empresarios del entorno de la Plaza de San Francisco y el Paseo de las Flores se vieron obligados a cerrar las puertas de sus negocios. Uno de ellos, Carmelo González, propietario del bar y la marisquería Pipirigaña, relató a este diario cómo "no hemos podido abrir en toda la tarde". Arcones de hielo derretidos, el género de las vitrinas echado a perder, bebidas calientes y empleados de brazos cruzados forman parte del inventario de pérdidas que rubricó ayer el negocio del empresario isleño, a lo que hay que sumar "los 400 euros de media que solemos hacer con las meriendas de la tarde" en plena temporada alta estival. Para más inri, González fue testigo de cómo iban siendo anuladas las reservas de los comensales que pretendían cenar en su negocio por la noche. Por este motivo, tanto él como otros hosteleros de la zona pretenden reclamar a Sevillana Endesa una indemnización.
Los vecinos del centro hicieron frente a una de las jornadas más calurosas del verano sin armas. Mari Chelo Rodríguez, propietaria de uno de los pisos de la Gran Vía, relató cómo los cortes en el suministro eléctrico "han sido constantes y no hemos podido encender ni ventiladores ni aires acondicionados, lo hemos pasado falta, no hay derecho; esto es tercermundista y no es la primera vez que nos pasa en esta semana".
También te puede interesar
Lo último