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La agricultura sortea el año de la pandemia en medio de una gran "incertidumbre"

  • La incógnita del Brexit, las restricciones a la movilidad y las dudas sobre la mano de obra marcan un año 2020 en el que el agro onubense ha podido sacar adelante sus diferentes campañas haciendo frente a numerosas adversidades

Labores agrícolas en una plantación fresera de la Costa Occidental de Huelva

Labores agrícolas en una plantación fresera de la Costa Occidental de Huelva / Jordi Landero (Huelva)

A diferencia de lo acontecido en distintos sectores económicos como el turismo, la hostelería o la restauración, la agricultura de Huelva ha logrado sortear el año 2020 que está a punto de concluir no solo en mucha mejor posición que los anteriores, sino incluso en buena medida hasta tirando del carro de la economía onubense.

A pesar de ello, el sector agrícola onubense ha tenido que hacer frente a numerosos obstáculos, y sobre todo a una enorme incertidumbre, a lo largo de este maldito año para muchos, por las graves consecuencias que en todos los aspectos de la vida está teniendo la imprevista crisis sanitaria de la pandemia de la Covid-19.

No obstante unos subsectores agrícolas han superado el 2020 mejor que otros, y muchos coinciden en calificarlo como un año "para olvidar", dados los problemas a los que en general ha tenido que ir haciendo frente para sacar las distintas campañas adelante, sobre todo derivados de la falta de mano de obra y por las restricciones a la movilidad a las que obligó la pandemia prácticamente en todo el mundo.

Quienes mejor valoración han realizado para Huelva Información del año 2020 han sido los citricultores onubenses, que obtuvieron una producción en la campaña 19/20 de 522.151 toneladas, un 9,47% menos del aforo previsto, fijado previamente en 571.594 toneladas: 250.000 para el grupo de las naranjas y 321.594 para el de las mandarinas. Las hectáreas plantadas fueron 18.000 y se generaron más de un millón de jornales.

Recolección de fresas en una finca de Cartaya Recolección de fresas en una finca de Cartaya

Recolección de fresas en una finca de Cartaya / Jordi Landero (Cartaya)

Para el presidente de la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva -ACPH- Lorenzo Reyes, el año 2020 ha sido "satisfactorio", aunque "evidentemente ha estado muy marcado por la crisis sanitaria", que ha ocasionado problemas derivados de la mano de obra ya que "la contratación en origen prevista no llegó en su totalidad, y en momentos puntuales de la campaña hubo problemas de falta de temporeros que afortunadamente fuimos solucionando".

No obstante desde el punto de vista comercial y de precios, el 2020 "no ha estado marcado por grandes adversidades, sobre todo por las bondades del consumo de cítricos dado su alto contenido en vitamina C", lo cual "nos ha beneficiados ya que la demanda fue superior a la oferta".

Para Freshuelva el año ha sido "tremendamente complicado" en el caso de los frutos rojos, sobre todo por la "constante incertidumbre derivada de una situación completamente nueva y que ha afectado a lo más importante como es la salud de todos".

En este contexto su gerente, Rafael Domínguez, ha indicado que "nuestro sector ha dado muestras, una vez más, de su resiliencia y de su enorme capacidad para superar adversidades", a lo que ha añadido que, "aún siendo cierto que la actividad agrícola no ha cesado en ningún momento de la pandemia, también lo es que ha tenido que seguir superando problemas como el de la limitación de la movilidad, el descenso del consumo o la falta de disponibilidad de mano de obra, entre otros".

Los citricultores onubenses valoran muy satisfactoriamente el año 2020 Los citricultores onubenses valoran muy satisfactoriamente el año 2020

Los citricultores onubenses valoran muy satisfactoriamente el año 2020 / Jordi Landero (Huelva)

Pero para el gerente de Freshuelva "lo peor de esta pandemia es que, tras cerrar una campaña que se puede considerar salvada gracias al compromiso y sacrificio de los que trabajan en el sector agrario y sus empresas auxiliares, afrontamos otra casi con las mismas incertidumbres a las que tuvimos que hacer frente en el momento más importante de la anterior", las cuales a su juicio se centran en la "incógnita" del Brexit, las limitaciones a la movilidad geográfica, y la "duda" de la mano de obra contratada en origen, que "no se despejará realmente hasta la llegada efectiva de las trabajadoras".

Con todo, el sector "continúa apostando por los frutos rojos con prácticamente las mismas hectáreas plantadas que en la campaña pasada, en un alarde de superar esta crisis y hacerlo alimentando a la población". El clima "parece estar de nuestra parte, concluye Domínguez, con unas temperaturas y lluvias durante la plantación "que van a suponer, a buen seguro, que comiencen a llegar a los mercados unos frutos rojos de una gran calidad y sabor".

En cifras, la campaña de los frutos rojos resistió en 2020 a los efectos de la Covid-19 con un descenso de un 20% en su producción, situándose el volumen total en torno a las 250.000 toneladas de fresas, fruto cuya situación contrasta con la de la frambuesa y el arándano, menos afectadas por las restricciones de la pandemia gracias a que su comercialización está muy centrada en una gran distribución que ha continuado funcionando sin problemas durante los últimos meses. La fresa, en cambio, se vio muy afectada por el descenso del consumo nacional como consecuencia, entre otras cosas, del cierre de los mercadillos y del canal Horeca.

Envasado de fresas en un almacén de Cartaya Envasado de fresas en un almacén de Cartaya

Envasado de fresas en un almacén de Cartaya / Jordi Landero (Cartaya)

La incidencia de la pandemia también se ha visto reflejada en un descenso de las exportaciones, que, en el caso de la fresa ha sido de un 3,3% respecto a la campaña anterior. Más drástico ha sido el descenso de un 21% en las exportaciones de frambuesa  (debido a menor producción durante el primer trimestre del año), mientras que en el arándano ha sido de un 2,1% menos que en 2019. El descenso en la superficie plantada de mora ha supuesto que la exportación de esta fruta haya descendido en un 43,7%.

No obstante la facturación fue muy similar a la de la campaña anterior, con un descenso apenas del 0,6% debido a que el aumento en la facturación del arándano en un 14,3% compenso las bajadas del 3,7% de la fresa, del 6,63% de la frambuesa y del 40,7% de la mora.

Asaja también ha subrayado la "incertidumbre" que a lo largo del año 2020 ha padecido la agricultura, especialmente en el sector de los frutos rojos, donde ésta "impactó de forma muy temprana con la dificultad añadida a la logística del transporte de los trabajadores a las explotaciones por la limitación de movilidad y ocupación de los vehículos". "Estuvimos prácticamente tres semanas con una gran incertidumbre por no ser capaces de asegurar el número de personas que podía viajar en los transportes", ha indicado a esta redacción el presidente de dicha patronal, José Luis García-Palacios, quien ha proseguido señalando que "hasta que el ministro Planas no aclaró cuál sería la normativa para este tipo de transportes la situación fue muy complicada".

La pandemia también afectó "de forma muy seria" a la llegada de trabajadores extranjeros, tanto contratadas en origen a causa del cierre de la frontera con Marruecos, como de ciudadanos procedentes de Europa del Este, que "vieron truncado su deseo de venir a trabajar a la campaña de los frutos rojos por las dificultades -e incluso la imposibilidad- de movimientos dentro del propio continente".

El presidente de Asaja también ha hecho hincapié en el bloqueo que en su retorno sufrieron las trabajadoras contratadas en origen en Marruecos una vez concluida la campaña, lo cual a su juicio "ha supuesto sin duda el mayor reto logístico que el sector ha tenido que afrontar en su historia", el cual "fue superado de una forma más que exitosa con una operación de retorno extraordinaria desarrollada por primera vez desde Huelva, con la iniciativa de las organizaciones agrarias y de Interfresa, y con la colaboración de todas las administraciones españolas y marroquíes, cuyo desenlace fue el feliz regreso de las 7.200 trabajadoras que habían quedado atrapadas en nuestra provincia a causa de las limitaciones de la pandemia".

También se ha referido García-Palacios a la "gran incertidumbre" a la que está sometido en estos momentos el sector como consecuencia del Brexit, ya que el Reino Unido supone, según qué productos, el segundo o tercer país destinatario de las exportaciones agrícolas onubenses.

En este sentido subraya que "es muy probable que en las fronteras con dicho país, que ahora pasarán a ser aduanas, nos encontremos con la imposición de aranceles para los productos europeos, entre ellos los nuestros", y el sector de los frutos rojos "puede que sea uno de los más perjudicados puesto que el Reino Unido tiene intereses directos en la producción de berries en otras latitudes". Por todo ello "tendremos que ver si, para hacer frente a esta circunstancia adversa, tenemos que ir buscando mercados alternativos para paliar el sobrecoste que puede suponer exportar al Reino Unido y la competencia que desde este país se pueda ejercer al tener mejores condiciones y precios más bajos por los criterios de cultivo más permisivos en todos los aspectos, también en el laboral, o en la aplicación de productos fitosanitarios que se practica en esos países productores", concluye.

Finalmente para el presidente de Asaja el sector vitivinícola "ha sufrido adversidades derivadas de la afección de enfermedades en las viñas, pero a nivel de comercialización, gracias a la cooperativa de segundo grado Onucoop el sector vitivinícola onubense ha afrontado mucho mejor la situación que otros".

Obras de la Comunidad de Regantes Andévalo Fronterizo, el pasado mes de julio Obras de la Comunidad de Regantes Andévalo Fronterizo, el pasado mes de julio

Obras de la Comunidad de Regantes Andévalo Fronterizo, el pasado mes de julio / Jordi Landero (Andévalo)

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