Gran incendio de Las Peñuelas

Los afectados del camping Doñana piden que el seguro se haga cargo de sus pérdidas

  • Los damnificados se concentrarán el jueves en la Consejería de Agricultura para exigir ayudas

  • Se sienten “desamparados” ante la inacción de las administraciones

Un grupo de perjudicados, a las puertas del camping Doñana de Mazagón, en la mañana de ayer.

Un grupo de perjudicados, a las puertas del camping Doñana de Mazagón, en la mañana de ayer. / Josué Correa (Mazagón)

La paciencia tiene un límite y la de los afectados por el gran incendio del paraje moguereño de Las Peñuelas –declarado el 24 de junio de 2017 y que arrasó más de 10.300 hectáreas de Doñana y su entorno– se ha agotado. Por ello ayer se concentraron ante el camping Doñana, en Mazagón, una veintena de perjudicados en representación de los más de 200 que lo perdieron todo en el establecimiento turístico. La reivindicación podía leerse en la pancarta que portaban: "Incendio Doñana. El seguro del camping no se responsabiliza y la Junta tampoco y ayudas cero".

Ángel Ruiz les dio voz a todos. Pese a no ser damnificado directo de esta zona de acampada ubicada junto a los acantilados de Torre del Loro (él perdió su casa en Mazagón), el onubense destacó que "hemos venido aquí hoy porque el seguro de responsabilidad civil del camping no se responsabiliza de las pérdidas de los afectados". Asimismo, recordó que la Junta de Andalucía "tampoco había realizado los cortafuegos pertinentes y no hemos recibido ayudas ni del anterior Gobierno ni de este".

La intención de las víctimas del gran incendio de Doñana con la movilización de ayer no solo era reivindicar lo que consideran sus derechos, sino transmitir a los actuales usuarios del camping que, "si les pasa algo ahí dentro, nadie se hará cargo de sus cosas".

Preguntado por el motivo que esgrime el seguro para no dar cobertura a las víctimas, Ruiz detalla que "solo le ha pagado al dueño del camping pero no se hace responsable de los campistas porque considera que el fuego se ha generado fuera y no aquí, pero también tenemos pruebas de que hubo fuego iniciado también desde dentro".

El portavoz de los perjudicados cree que no toda la culpa debe recaer sobre Carbones Fergón, empresa a la que se apunta judicialmente como causante del siniestro, "sino que debe haber más responsables".

Ángel Ruiz lamenta que tanto socialistas como populares "se tiren la pelota" con el asunto de si se pidió o no en el momento pertinente la declaración de zona catastrófica para el área devorada por las llamas: "Unos por otros y la casa por barrer", sentencia.

Como no obtienen respuesta de ningún tipo, este jueves se manifestarán ante la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, en Sevilla, con la intención de seguir presionando a la Administración andaluza para que les ofrezca una solución.

El onubense Antonio Sotomayor era cliente habitual del camping Doñana desde un lustro antes del gran fuego. En 2017 instaló su caravana en el establecimiento para "pasar la temporada de mayo a septiembre". Aquel caluroso y ventoso 24 de junio se truncaron sus planes. Cuando se enteró de que se había declarado un incendio en Moguer, "no pensábamos en lo que podía llegar a pasar porque nos dijeron que nunca iba a llegar al camping".

De hecho, él no se marchó de allí hasta las 7 de la mañana del día siguiente. "Me fui a Matalascañas, pero me hubiera dado tiempo de sobra a recoger mis cosas". Recuerda aquella noche con desasosiego. "Se fue la luz y la gente se puso muy nerviosa, no se lo deseo ni a mi peor enemigo".

Un guardia civil inspecciona un coche calcinado en el camping Doñana en 2017. Un guardia civil inspecciona un coche calcinado en el camping Doñana en 2017.

Un guardia civil inspecciona un coche calcinado en el camping Doñana en 2017. / Canterla (Mazagón)

Las pérdidas por su caravana y sus pertenencias ascienden a 14.000 euros, según la tasación oficial "que también tuve que pagar yo". No entiende que el seguro del camping no se responsabilice de ello. "Si en un hotel te pasa algo, el seguro te lo paga". Ahora su esperanza está puesta en que "se acelere el juicio", aunque la causa todavía está en investigación en el Juzgado de Instrucción 2 de Moguer, colapsado desde hace meses. Sotomayor cree que esa será la única forma de recuperar "lo económico, porque el daño moral y psicológico no nos lo va a restablecer nadie nunca".

Cinta Triana es maestra y natural de Minas de Riotinto. Ella de siniestros forestales, desafortunadamente, puede hablar con conocimiento de causa. "Mis padres perdieron su casa de campo en el incendio de Riotinto de 2004, pero entonces sí hubo 700.000 euros a fondo perdido para todas las víctimas, no entendemos por qué para este incendio de Mazagón no". Quizá por ello fue de las primeras en escapar del camping Doñana. No obstante, nunca pensó que fuera a arder. "Dejé hasta la lavadora puesta".

La perjudicada tenía establecida allí su caravana, acondicionada como "una segunda vivienda, con todas las comodidades". Como se mudaba de localidad, solo un día antes de aquel infernal sábado de junio había cargado el coche con sus enseres para el traslado a su nueva vivienda en Moguer. "Lo perdí todo, mi coche, la ropa, me quedé con el bolso colgado", recuerda emocionada. El valor de lo arrasado por las llamas, en su caso, asciende a 46.000 euros.

Ahora quiere que la vía penal se acabe para "que podamos abrir la vía civil y exigir las pertinentes responsabilidades". La riotinteña subraya que "nadie nos hizo ni una llamada de teléfono, ni desde el camping ni desde las administraciones; y dos años después nos seguimos viendo solos, desamparados y engañados".

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