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La Virgen del Rosario pasea ante sus devotos al caer la tarde por las calles de la localidad

  • La cofradía celebra la función solemne y la novena antes de la procesión

La Virgen del Rosario de Aracena.

La Virgen del Rosario de Aracena. / javier moya

La Virgen del Rosario de Aracena lució en su clásica procesión para mantener muy viva, un año más, una de las tradiciones más antiguas de la localidad serrana. La procesión partió desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción sobre las 20:00 y previamente la cofradía celebró la función solemne y el novenario religioso oficiado un año más por el padre dominico Antonio Larios. También, en los días anteriores a la celebración de la procesión se ha desarrollado la devota novena en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Hubo mucha expectación en la Plaza Alta para ver la procesión, así como por escuchar durante el recorrido el canto del coro de campanilleros, que este año estrenaba delante de la balconada del asilo de ancianos. Durante el recorrido de la procesión, que duró alrededor de tres horas, la Virgen del Rosario estuvo acompañada por un multitudinario público que no quiso perderse la celebración serrana.

La Virgen del Rosario salió en su imponente paso, dirigido por Diego Delgado Horrillo y Raúl Pastor Moya, y llevado por una treintena de costaleros en un grupo muy consolidado que mezcla juventud y veteranía. La procesión discurrió por todo el centro de la localidad onubense y con la obligada bajada al barrio de Santo Domingo, lugar donde se fundó la hermandad con su pasado dominico. Precisamente, en el Pasaje Sánchez Dalp, justo detrás de la iglesia se le colocó, como en los últimos años, un bonito y colorido dibujo hecho con sal, que fue uno de los momentos más esperados y concurridos.

En el acompañamiento musical estuvo la Banda de Música de Aracena. A reseñar que hubo fuegos artificiales, durante el paso de la Virgen por la curva de la calle Barberos, además de una preciosa petalada.

Tras la procesión, queda por delante el rezo del Rosario de la Aurora cada madrugada del sábado al domingo desde las seis y media de la madrugada con inicio y final en la parroquia, donde concluye con la misa a las 07:30, salvo el último domingo cuyo destino y lugar de la misma es el Castillo.

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